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Soy una persona alegre,casada con una gran familia, disfruto de la vida...me gusta soñar para lograr realidades.

jueves, 8 de diciembre de 2011

CASO DE ESTUDIO. MI NOVIA ME ENGAÑÓ

    LA INFIDELIDAD FEMENINA.

    En nuestra cultura dominicana y en la de muchos paises del mundo, la infidelidad femenina es asumida por la mayoría de las personas de ambos sexos como algo condenable y muchas veces castigado con la pena capital (muerte) de la inculpada por la pareja víctima del engaño, aún el compromiso con su pareja masculina, no pase de ser un simple noviazgo informal y en otros casos después de haber terminado la relación. La palabra infidelidad, implica una falta relacionada con el engaño, hacia alguien al que se supone debe guardarle fidelidad.
   En su contenido el concepto fidelidad refiere calidad de fiel, característica que dentro de una relación amorosa llevada a la práctica, requiere que es un tipo relación dual, de dos, donde un tercero, la convierte en negativa pasando a ser infidalidad que en su contenido refiere calidad de infiel.   
    La relación amorosa de una pareja, asimila las características propias de la personalidad de cada uno de los involucrados, y será esta muy variopinta dependiendo, de la edad y madurez de los mismos. Esto no implica que una edad temprana no tenga maduréz, o que una edad adulta si la tenga, pues puede darse en ambas direcciones.  
   La línea de pensamientos o esquemas mentales de los individuos, según Jean Peaget, estaran totalmente desarrollados al término de los doce años, en la cual el individuo entra en la etapa de las operaciones formales. Significa esto, que a esa edad una persona es capaz de tener un pensamiento abstracto y elaborar esquemas mentales sujetos a las realidades de sus vivencias.  
   Dentro de estas apreciaciones cognitivas, estan las influencias culturales, que sin importar lo que científicamente está comprobado, imprime su sello característico y particular a las vivencias de los individuos. Para los adultos, un adolescente será siempre alguien que debe esperar la edad adulta para que se le considere mentalmente maduro para hacer lo que quiera. En ese contexto entonces un hombre que haya sobrepasado la edad adolescente, se considera mentalmente maduro, para todo lo que se proponga o haga. Esta entrevista de la consulta que mostramos a continuación, se muestra como ejemplo de las consideraciones teóricas y culturales expuestas anteriormente.

      CASO DE ESTUDIO
     Transcribimos a continuación, parte de una entrevista, a un joven de aproximadamente 27 ó 28 años de edad, profesional en ejercicio, con intención suicida y deseos de venganza contra la novia por causa de la  infidelidad de ella. Los nombres utilizados en el relato son ficticios. Tomamos este caso, porque reune todas las características culturales que implican el manejo de la infidelidad femenina por parte del hombre, en la cultura de género en nuestro país, donde la perspectiva de problema tiene un enfoque diferente dependiendo de si es hombre o es mujer quien comete la infidelidad. En el análisis en cuestión solo trataremos la posición del hombre que va a la consulta. 
    Se recibió en la consulta, la solicitud de ayuda para el joven Milco, que por recomendación de su amiga Lida, aceptó ir a una terapia psicológica, según él para "complacerla, porque él no necesitaba eso, el era un hombre y sabía como debía actuar en la situación que estaba viviendo en ese momento". 
    En la entrevista previa con la amiga del paciente identificado, ella manifestó, que se sentía muy preocupada, porque su amigo, estaba hablando de suicidio, y de matar a su exnovia. Lida dice que ella es cristana y que le lee la biblia y lo lleva a la iglesia, pero que él sigue igual, y ella sabe que la psicología puede ayudarlo.  
     
     ENTREVISTA CON EL PACIENTE IDENTIFICADO
    Obserbamos al apuesto joven Milco traspasar el umbral de la puerta mostrando mucha seguridad al hablar, advirtiendonos, que solo estaba allí para que su amiga se tranquilizara.  
    Le contestamos que eso es admirable de su parte, y que esa amiga debe estar muy orgullosa de tenerle como amigo. (aplicamos inmediatamente, el primer refuerzo, en este caso para bajar su exagerada "valentía" y su "gran" consideración para con su amiga).
   Su semblante cambió, luego de escucharme, y más bien se tornó en interrogante, me presenté al tiempo de preguntarle:
  - ¿Con quién tengo el gusto de hablar?...
  De interrogante su rostro paso a sorprendido, me dijo su nombre, al tiempo que pregunto:
  -¿Usted es psicóloga?
  - Si señor Milco. Sientese, y asi conversaremos mas comodos.
  - Es que yo tenía otra idea de la psicología.
  - Le entiendo, no se preocupe que eso es así para la mayoria de las personas.
  Refuerzo para ganar su confianza, no hacerle sentir como un enfermo, sino como una "visita" a alguien a quien le interesa conocerle. 
     Al tomar asiento, ya no se mostraba tan fuerte, se ato las manos una contra la otra, con fuerza y sus ojos, enrojecidos, aguantaron las lagrimas, al tiempo que pregunto:
  - ¿Usted sabe porqué estoy aqui?
  - Si, ya me adelanto algo cuando entro ¿lo olvidó?
  - No, me refiero a que Lida le contó.
  -Algo, pero prefiero que me lo cuentes tú.
   Tratar de tutear, en ese momento, lo hago para intentar una conversación más íntima.  
 - Mi novia me engañó!
  Exclamó, explotando el llanto contenido. No dije nada. Lo deje llorar, mostrando las servilletas para que enjugue las lagrimas. Luego, sin levantar la vista, continuó
   - Mis amigos se burlan de mi! piensan que soy un mierda!
   Guarda silencio,  mientras seca sus lágrimas.
   - Tus amigos piensan eso de ti, y tú ¿piensas igual de ti mismo?
   - !Claro que no lo soy! - riposta.
   - Muy bien, si tu no piensas eso de ti, ¿qué te preocupa lo que piensen o digan esos a los que llamas tus amigos?
   Guarda silencio. Fíjese que no pregunto porqué? sino qué? para evitar que busque un culpable de los sentimientos negativos que según él, tienen los amigos con relación a su persona.
   - Debo entender entonces ¿que tu problema es lo que piensan tus amigos?
   - !No!
   - Entonces puedes decirme, ¿cuál es el problema que te trae aqui?
   - La verdad, es que me he sentido muy mal desde que mi novia y yo terminamos.
   - Entonces ¿cuándo fue que te engañó? ¿Después de terminar?
    Me miró con asombro, bajo la cabeza y dijo:
    Si... ya habíamos terminado, cuando me enteré que tenía una relación con otro.
   - Por lo que dices, no es razonable decir que te engañó. 
   - Lo que pasa es que usted no sabe que teníamos mucho tiempo de amores.
   - No lo se, debes contarme, cuanto tiempo y que hizo que terminaran.
   - Mire... voy a contarle.
   - Te escucho.
   - Mi novia y yo, somos vecinos desde chiquitos en el barrio - interrumpo.
   - Me parece que ya no debes decir tu novia, pues terminaron, ya no lo es.
   Es necesario cambiar su cosmovisión de la relación, y esa expresón, es la oportuna.
   - Cierto... desde que ella tenia 13 años y yo 22, siempre terminabamos y volvíamos al poco tiempo, hasta practicamente el otro dia.
   - ¿Cuánto tiempo?
   - Como tres meses.
   - Y en ese tiempo ¿qué hacias tú?
   - Bueno he tenido algunas novias, pero no eran en serio.
   - A qué llamas no serio?
   - bueno usted sabe...
   - No, no lo se, dímelo.
   - Usted sabe que los hombres nos entretenemos de vez en cuando con otras por ahí.
   - ¿Hacías eso, aún cuando tenías novia?
   - Si.
   - Y ella ¿que hacía?
   - Nada se quedaba en su casa, era una muchachita de su casa.
   - Y ¿ahora ya no lo es?
   - No, parece que estaba esperando cumplir los 18 para coger la calle, desde que empezó a trabajar en la zona, se echó a perder... el jefe la conquistó.
   - Que el jefe la halla conquistado, ¿es lo que te ha molestado?
   - Si, parece que yo no tengo su poder.
   - Poder de qué?
   - Yo no soy un jefe!.
   - Entonces, ¿crees que es un hombre diferente porque es un jefe?... si no fuera jefe, ¿te sentirías igual?
   - Claro! me puso los cuernos!
   - Recuerda, que ya habían terminado!
   - Si, pero ella era mi muchachita!...vuelve a llorar.
   - Explícame ¿que es eso de tu muchachita?
   - Siempre fue mi noviecita!
   - Reconoces que ya no lo es, hablas como si fuera tu hija.
   - Es que a un hombre no se le hace eso!
   - ¿Qué no se le hace a un hombre?
   - !Ponerle los cuernos!
   - Pero tu reconces que lo hacías, que la engañabas casi todo el tiempo.
   - Pero yo soy un hombre!!...
   - Oh!!!
   Deje ver claramente mi asombro ante tal afirmación y de inmediato pregunté:
   -¿Cuál es la diferencia?
   Se quedo mudo un instante. Para luego decir:
   - A los hombres le hace más daño que a la mujer, porque de los hombres se burlan, de las mujeres no. Otra vez emití mi respuesta de asombro.
   - Oh!!!¿cómo sabes eso?
   - A nadie le importa que engañen a una mujer.
   - ¿Crees que la mujer no lo sufre?¿que no le importa que la engañen?
   - Si pero eso lo que hace es que ella se aferre más al hombre y lo pelée con la otra.
   - ¿Es lo que te pasa a ti ahora? ¿estás aferrado a ella? ¿quieres pelaearla?
   - Eso no me ha pasado por la mente.
   - ¿Qué ha pasado por tu mente en esta situación?
   - No quiera usted saberlo.
   - Claro que me gustaría saber, estamos aqui en una conversación confidencial, solo confiando podré ayudarte.
   - Mire yo quiero morir... pero ella me la paga antes!
   En éste momento el paciente, confiesa la intención suicida y deseo de venganza, note que desde que entró a la consulta, no había referido nada en ese sentido, y el terapeuta no es quien debe iniciar el tema aunque ya está alertado en la recomendación de la amiga que lo lleva a la terapia, es mi criterio, que el mismo paciente es quien debe iniciar lo que para él es el problema, cualquier sugerencia o pregunta en ese sentido, puede confirmar el diagnóstico que trae, ser una influencia, y no sabemos, si en realidad lo que hace con la amiga, es una manipulación donde busca apoyo para las cosas que dice querer hacer. No muestro asombro, por la revelación y con mucha naturalidad, comienzo a provocar evocaciones mentales sobre lo que aparentemente ha sido su vida, guiada por la informacion aportada previamente por el paciente.
   - ¿Te das cuenta de que vivías en un letargo? ¿que estuviste durmiendo todo el tiempo, tanto que no te diste cuenta, de que ella dejo de ser niña, que no era tu hija y que ahora ya es una mujer y ya no es tu novia?
   Guarda silencio... espero... se recuesta en el asiento y mira sin mirar, ya no llora. continuo esperando, respeto su silencio.
   En momentos como estos, no debo interrumpir su pensamiento, pues fue provocado por las preguntas hechas, para que se autoanalice.
  Ese es el mejor momento para, detener la terapia, y programar la siguiente sesión. El joven ahora debera permanecer en meditación sobre la situación acontecida en su vida, y continuamos.
   - ¿Cómo te sientes ahora  después de conversar?
   - Me siento mejor.
   - ¿Cómo ves ahora la situación?
   - Un poco más clara.
   - ¿Qué se ha aclarado para ti ahora?
   - Que el tiempo paso y yo no lo sentí.
   - ¿Qué era lo que te molestaba de la situacion, ¿la novia que perdiste? ¿que otro la tomó cuando tu la dejaste?
   - No, yo la había terminado, pero era con ella con quien me queria casar.
   - Entonces ¿la estabas criando para cuando estuviera grande?
   - No, era mi novia de siempre.
   - Y ¿nunca le preguntaste si tu eras su novio de siempre?
   - No, nunca. Pero ella estaba alejada, fria, creo que no me quería ya.
   - Y aun asi ¿la quieres retener?
   - No, ya no. Ya otro la "sopetió".
   - Podrías aclararme la expresion "sopetió"?
   - Ya tuvo otro hombre.
   Esta es una expresion peyorativa, que no se debe profundizar ahora, pero dice mucho de la imagen que tiene de una mujer que ha sido tocada por otro después de él.
   - ¿Qué piensas hacer ahora?
   - Dígame usted.
   - No puedo hacer eso, es tu decisión. Pero veo que ahora ya no ve las cosas como antes de la terapia.
   - Si, tenía mucha rabia, yo me burlaba de los amigos a los que le pasó eso, ahora ellos se rien de mi.
  -¿Vas a poner tu vida y tus decisiones en manos de los que se rien de ti? talvés se lamenten si tu cometes un error ¿te gustaría preguntarles?
   - Pero como voy a hacer eso?
   - No se, pero veo que dependes mucho de eso.
   - No, ya entendi... No todos se rien.
   - Oh! les estabas dando más importancia a los que se rien.
   - Si... eso parece.
   - ¿Y ahora?
   - Entendi doctora, entendi. Muchas gracias!
   - ¿Quieres decir que ya no quieres morir? ¿que no le piensas cobrar a tu exnovia? ¿Has pensado en que si ya no le importas, que lograrías después de morir?
    - Es que yo no pienso en morir... era "un decir".
   -Todas las personas que te quieren incluida tu amiga, deben estar tranquilas en cuanto a que no cometerás ninguna locura. Conoces las leyes, no debes agredir a nadie, y recuerda que tú eres importante y valioso, cuídate y protegete aún de ti mismo.
    - Si.
   Es necesario, levantar la autoestima del paciente, aunque, según mi criterio como terapéuta, el jóven experimenta más frustración, que depresión. Su actitud agresiva de autodestrucción y venganza, muestran más agresividad que depresión.     
   - Tienes una próxima cita conmigo. Ahora que ves que realmente no tenías un problema, sinó una perspectiva equivocada del momento vivido, vamos a conversar sobre ti, en lo adelante en tu vida, como manejar la situación que te pareció incomoda. Separar tu vida de la de los demás, incluyendo la exnovia. En el transcurso de la semana, vas a meditar, mientras trabajas esta prueba que te voy a entregar, para que me la traigas cuando vuelvas. 
   Cuando planteas detener la sesión y el paciente experimenta una nueva catarsis, se le deja seguir, pues puede dar más información de utilidad para la terapia, es lo que ocurrió. Entregarle una prueba para devolverla, es comprometerlo a volver, y mantenerle la mente ocupada en algo interesante y necesario para él. La terapia continuó en la siguiente entrevista...

     CONSIDERACIONES Y ANÁLISIS

   Las consideraciones del caso, no refieren el estilo ni las estrategias, del terapeuta, pues es individualidad del profesional de la conducta, manejar características propias que lo identifican como tal. Cada terapeuta es único en la forma de aplicar el conocimiento y experiencia que ya posee.
    En el caso estudiado, vamos a enfocar las características culturales que mueven las actitudes de los hombres, cuando deben enfrentar una situación de engaño o infidelidad. Si analizamos las respuestas del paciente en este caso, notamos que la influencia cultural del grupo, lo lleva a reaccionar con violiencia, no tanto por la infidelidad de la que piensa es una víctima, sinó por la verguenza que le ocaciona ser centro de burlas del grupo al que pertenece. Puntualizamos la conversación, en las partes de influencia cultural, que le llevaron a tomar actitudes autodestructivas e intenciones violentas contra "la causante" de su desgracia y dolor.
   
1.-  "Yo estoy aqui para tranquilizar a mi amiga, yo no necesito esto".....
   Con esta expresión, el paciente deja ver claro que no necesita la psicología, y se escuda en la insistencia de su amiga Lida, para ir a la terapia. El hombre de nuestro país culturalmente hablando, no va a la terapia, y cuando lo hace muestra claramente que "fue arrastrado a ella", por la necesidad o ruego de la pareja, cuando un hijo-a tiene un problema, porque si fuera de la pareja el problema, se negaría. Aún si el problema es él, entiende que eso es pérdida de tiempo, y no le gusta hablar de sus intimidades con alguien a quien no conoce, además de que ir al picólogo es cosa de locos. Característica muy particular del hombre es sentirse autosuficiente, y cuando tiene un problema, él buscará la forma de resoverlo, como lo hacen los hombres, aprendió que tiene poder para soportar cualquier dificultad, sin llanto y sin ruegos y mucho menos contandole sus intimidades a un "loquero", porque un hombre "no llora, no ruega y mucho menos pide ayuda a extraños".

   2.- "Mi novia me engaño..."  
    Esta es una expresión que a ningún hombre le gustaría confesar, que el paciente lo hiciera, hace pensar que ha debido estar muy afectado por el resultado de una relación  muy intensa, con implicaciones que por hacer una confesión como esa, debe tener cierta patología.  Cuando dice "mi novia", deja claro que habla de su "propiedad", algo que pierde la característica de persona y pasa a ser un "objeto o cosa" que le pertenece. En el marco de las relaciones "objetales", el paciente presenta una conducta disfuncional, donde predominan las malas "introyecciones", con vínculo no diferenciado.

  3.-"Mis amigos se burlan de mi..." 
   Tenemos aquí una expresión dolorosa para el hombre, la burla, al igual que la pena, es una ofensa intolerable, para un hombre que se desarrolle dentro de una cultura "machista". Cuando un sujeto se ve en medio de la risa, o es afectado por insinuaciones burlonas, porque su pareja le fue infiel, es capaz de cometer la mayor tonteria de su vida. Esto le genera sentimientos de frustración y enojo donde se anida el deseo de venganza. 
  
 4.- "Ya habiamos terminado, somos vecinos desde chiquito..."
   En el caso, se confirma la intensidad de la relación, desde pequeños iniciaron un romance, que el paciente idealizó, no solo la relación en si, sino también a la joven que considera aún depués de terminar,como "su novia". El paciente refiere un apego o relación "simbiótica" que lo sume en la inmadurez siendo ya un adulto y no le permite una separación o individuación de la persona objeto o novia, perdiendo la capacidad de verificar la realidad.
   
  5.- "Desde que ella tenía 13 años y yo 22..."
     La diferencia de edad entre ambos, muestra la ignorancia de conocimiento tanto de la familia como de los involucrados en la relación, no sabían, que su relacionamiento con una menor de edad lo convertía en abusador, dado el hecho de que ya había experimentado sexualmente con la niña, sin que lo supieran los padres de ambos.

   6.-"Usted sabe que los hombres nos entretenemos de vez en cuando por ahí..."
     Aqui podemos notar como la cultura machista se impone en el joven, que a pesar de estar resentido y sufriendo en carne propia la "infidelidad" de la exnovia, acepta como buena y válida la "infidelidad" masculina hasta el punto de referirse al adulterio como algo normal en el hombre.

    7.- "Parece que estaba esperando cumplir 18 para coger la calle..."
     Bajo este criterio, entiende que la mujer es de su casa mientras permanece en ella, si por alguna cirscuntancia, de trabajo en este caso,  se ve precisada a salir, la mujer "coge la calle", esta es una expresión peyorativa, con implicaciones inmorales, "ella tiene calle", vale decir experiencia, vivencias, tigueraje...El olvida que ella es mayor de edad y que ya debe aprender a depender de si misma sea trabajando o estudiando.
  
   8.- "El jefe la conquistó, yo no soy jefe, no tengo su poder... "
     El paciente deja ver en esta expresión sus complejos, baja autoestima provocada por el adversario, a quien atribuye haber conquistado a la exnovia por ser jefe, no reconoce en el jefe cualidad capaz de destronarlo, a no ser la condición de jefe. Un hombre desplazado por otro, se sentirá más afectado si ese otro ostenta un poder que él no tiene. Si en su comparación con el otro, el lo hubiera superado, los sentimientos de engaño no desaparecen, tendrían el mismo resultado y en te caso, su frustración iría en "¿como es posible que prefiera a otro de menos nivel?", y la risa de sus amigos, podrían convertirse en algo aún peor. La característica de ventaja o desventaja del rival, no hace más que convertirse en envidia que convierte en mala la fuente de todo lo bueno provocando aparición psicótica. La pérdida del objeto en si, no es lo que causa la frustración, sinó la competencia superior que ahora posee el objeto.

     9.-"Pero ella era mi muchachita, siempre fue mi noviecita... "
     El sentimiento de propiedad que exhibe cuando habla de la exnovia, le hace perder el sentido de la realidad, donde asume que ella es suya, como una adquisición, como una asignación de la vida. pensamiento egocéntrico en las relaciones objetales. El paciente elabora fantasías inconsciente frente a la privación, la capacidad de establecer vínculos de integración sana no se adaptó, proyectando una identificación desintegrada. Ver a la novia como "su muchachita", deja ver un afecto paternal.

     10.- "A un hombre no se le hace eso..."
     La cultura machista se asoma en toda su magnitud en esta expresión, aunque reconoce que fue infiel a la pareja, entiende que al él no deben serle infiel, es un hombre y no se le hace eso, por su condición de hombre. Ante este aprendizaje, el paciente entiende que debe defender o lavar su hombría, demostrar de alguna forma que el no permite eso.

     11.- "Pero yo soy un hombre..."  
     Cuando reconoce que fue infiel, se apoya en que es un hombre y puede hacerlo. Es un aprendizaje transmitido de generación en generación, es la madre quien aculturiza al hijo, desde pequeño se le enseña que tiene poder como hombre sobre todas las mujeres. En mi recuerdo está la canción que cantaba María a su bebé de meses de nacido mientras lo bailaba en sus piernas, "!las mujeres son de los hombres, las mujeres son de los hombres!", el estribillo no singulariza, sinó que pluraliza muchas, todas las mujeres para los hombres.
  
    12.-"A nadie le importa que engañen a una mujer..."
    Igual en cuanto a la asimilación del adulterio, el hombre lo internaliza de forma diferente, es una realidad que a nadie le importa que engañen a una mujer, esta línea de pensamiento está sujeta a que la misma mujer lo acepta y lo perdona, hasta llegar a tolerarlo o soportarlo en la mayoría de los casos. El hombre sabe eso y lo asume como norma. Si una mujer acudiera donde los padres de el marido o de ella con una queja de adulterio de su marido, la respuesta que recibiría en la mayor parte de los padres sería la misma. Su madre le diría: "m'ija, los hombres son así", y su suegra tambien diría lo mismo. El padre y el suegro, no se meterían en eso, además de que es muy dificil que se le queje a ellos, después de todo son hombres "iguales".

    13.-"Engañan a una mujer  y lo que ella hace es pelearlo con la otra y se aferra más al hombre...  "
     Muy cierto, aunque la mujer se molesta, fue criada en competencia con la otra mujer, tanto la madre como las amigas, le diran: "yo quiero ver quien me lo quita", "la pongo en su puesto", aferrandose a la venda en los ojos, donde no asimila que cuando alguien anda con otra, ha de ser que lo que tenía antes ya no es satisfactorio. El hombre sabe esto y lo asume, y entiende el adulterio como una ventaja en la relación, ya que su mujer se apegará más a él.

     14.-"A los hombres le hace más daño que a la mujer..."
      Es una realidad, a los hombres le hace más daño que a la mujer, no porque le duela más o menos que a la mujer, sinó, porque ha sido educado para ser "el macho de su mujer". En la escala filogenética de la naturaleza animal, el hombre no es diferente a los demás animales, el macho siempre va mostrar su poder por el control de la hembra, y no tolerará compartir ese poder. Igual que en el gallinero, "un solo gallo cubre las gallinas", y ninguna gallina se queja de las tantas que hay en el corral. Al igual que las gallinas toleran al gallo, las mujeres son tolerantes con el hombre.

    15.- "Ya habiamos terminado, pero era con ella que me queria casar... "
     En la realidad mental del paciente, no existe la voluntad de la exnovia, él habla en función de lo que él quiere sin importar, lo que quiere la pareja. Reconoce que ella estaba fria, que talvez no lo quería ya, pero lo pasa por alto, entendiendo que ha de estar ahí disponible para cuando él quiera.

     16.-"Yo no la tomaría de nuevo, ya la sopetió..."
     El orgullo machista, no le permite tomar algo que otro hombre ya sopetió. Sin embargo reconoce que ha estado con otras, sin importarle mucho o nada que que esas otras hayan sido "sopeteada" o no. En la cultura machista, el hombre es exigente con la condición de "virginidad" de la mujer, en el sentido de que solo él debe tocar a la que será su mujer (es con ella con quien me queria casar), nadie más, si esto llega a pasar, la mujer pierde valor para el matrimonio. Esta misma cultura, no permite a la mujer hacer ese tipo de exigencia, si lo hiciera, no quiere "un hombre", uno que no haya "mujereado" antes de casarse o que se conserve virgen para su mujer estará "dudoso" como hombre. El hombre debe tener experiencia previa, la mujer no. Un "hombre", no toma como esposa a alguien que se haya "juntado" después de él con otro, aunque él haya sido el primero en su vida.
     Estuvimos analizando las expresiones de un adulto, que muestra cierta inmadurez a pesar de la edad, al entablar una relación con una menor de edad, y negarse a si mismo el término de la misma.

     Referencias: Caso archivo de consulta de Licda Flavia Peguero.
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