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Soy una persona alegre,casada con una gran familia, disfruto de la vida...me gusta soñar para lograr realidades.

miércoles, 1 de mayo de 2013

!LLEVALO AL PSICOLOGO!

   ¿De donde viene la ayuda psicológica? esta es pregunta poco común, sin embargo, la ayuda psicológica expresada por la exclamación: !llévalo al psicólogo! puede llegar de la persona más próxima al que la este necesitando. Esta persona puede ser, un pariente, un amigo, un compañero de trabajo, su médico, una promoción televisiva, una recomendación por experiencia previa del que la sugiere, o por el conocimiento que ya se aprecia como norma de que cuando alguien tiene "problemas", debe ir al psicólogo o ser llevado al Psicólogo.
   Una de las situaciones más comunes es cuando los padres descubren o sospechan que su niño tiene "problemas que ameritan ser llevado al psicólogo". El descubrimiento de esta situación por ellos mismos o por mediación de las sugerencias mencionadas anteriormente, los conduce a buscar la ayuda a su psicólogo particular si lo tuvieren o al recomendado por alguien a quien se conoce.
   Realmente la mayoría de la visita inicial al psicólogo por parte de los padres viene como consecuencia de los "problemas" detectados en sus hijos aún menores de edad, púber y adolescentes.
   Igualmente la mayoría de las terapias individuales a esta edad son un fracaso, como causa de que se pretende hacer la terapia al paciente identificado de manera independiente, eceptuando el medio ambiente de interacción de la conducta a modificar y que es considerada un "problema" en los menores.
    Los niños de siete a nueve años de edad tendrían muy poco que aportar al terapeuta desde su perspectiva acerca de un problema que no sabe que tiene. En caso de que conozca el "problema" que le han dicho que tiene, no haría mas que repetir "las acusaciones que le hacen", relacionadas con ese problema confirmando el mismo. Veamos ejemplo:
   "Si, mis padres dicen que me porto mal en la escuela". La niña de siete años de edad, ante la pregunta del terapeuta, de si sabía porqué estaba ella en la terapia. La paciente llevada a la terapia, como consecuencia de su mal comportamiento en el aula, reportada por la maestra a los padres. (caso de la consulta de Licda Flavia peguero).
   El terapeuta consulta al terapeuta: "colega ¿qué aplicar a una niña de siete años, que fue dejada en turno de citas por la madre, para regresar por ella cuando la sesión haya terminado?... tengo en frente una niña mirándome, no dice nada, y yo no se que preguntarle"... la madre no conversó previamente conmigo, realmente no se cual es el problema". Naturalmente que mi recomendación fue, "cumple el horario de la sesión, manda a la pequeña al rincón de juegos, puedes jugar con ella y así liberas un poco tu estrés, hasta la siguiente sesión. Espera a la madre y trabaja con ella leyéndole "el san benito" y marca la siguiente sesión con conocimiento de causa. Mas luego, la madre explicó que llevó a la niña a la terapia por recomendación, porque ella está separada del padre y tiene programado su matrimonio con su pareja de la relación actual y la hija debe recibir ayuda para que ese proyecto de casamiento no la afecte. (caso compartido con la consulta de Licda Flavia peguero).
    En el caso de púber y adolescentes, la situación es un tanto más compleja por cuanto en este estadio el sujeto es proclive a tener conductas impositivas y demandantes, y la oportunidad de "acabar" con la fuente de su "problema" se le brinda en bandeja de plata, al dejarle exponer a sus anchas frente a un "tribunal" (la consulta) con un juez (el terapeuta) que estará de su parte, porque él es quien necesita ayuda y hay que dársela. veamos un ejemplo:
    "!esa mujer no quiere que yo escuche mi música, la que me gusta, porque a ella no le gusta!". Un púber de trece años de edad, refiere la acusación señalando a su madre en la terapia, es hijo de padres separados, y la madre explica que cada vez que visita al padre regresa irrespetando, y no quiere que lo controle con una música estridente y con mensajes agresivos y palabras obscenas. (caso del tribunal de menores, en la entrevista con el psicólogo de la institución).
   Pero la más singular solicitud de ayuda, es la que se hace para llevar a un bebé bajo el supuesto de que tiene problemas psicológicos. Veamos ejemplo:
    "Doctora, mi bebé necesita ayuda, me dijeron que tengo llevarlo al Psicólogo, porque cuando está conmigo siempre se enferma, pero cuando visita a su papá, en los días que está con él se sana y no se  enferma". Es el caso de un bebé de un año y seis meses, la madre solicita al psicólogo que "lo ayude", porque le recomendaron que el niño necesita ayuda psicológica. El paciente identificado, es hijo de padres separados, nació después de la separación y siempre ha permanecido con la madre, ya que con el padre solo comparte algunos fines de semana. (caso de la consulta de la Licda Flavia Peguero).
   Toda conducta emitida o manifestaciones de la misma como las somatizaciones son producto del sistema de interacción, por tanto es improcedente aplicar una terapia individual en casos de menores. En caso de que realmente haya una somatización, la terapia se hace a los adultos involucrados con el menor por razones obvias.
   Por suerte existen las estrategias de fácil aplicación a distancia, que logra resultados para los ausentes de la terapia, logrando los cambios de actitudes que en conjunto con las aplicadas al paciente identificado, pueden hacer desaparecer "el problema".

   !LLEVALO AL PSICOLOGO! ESTUDIO DE CASO.
  Recibimos la solicitud de consulta para un bebé de un año y cinco meses de edad. La madre pide ayuda para el niño por recomendación de casi todos lo que forman parte  de su entorno, quienes entienden que el niño necesita un psicólogo, ya que aparentemente se enferma repetidamente, por lo que sugieren que él está somatizando.
   La madre es estudiante universitaria, es primer y único hijo, madre soltera y cría junto a su madre y dos hermanos menores que ella. El padre de quien se separó antes del nacimiento, comparte algunos fines de semana con el hijo. Luego de llenar la ficha de registro del paciente identificado y contrato de terapia, procedimos con la primera sesión. De este caso, solo trataremos la parte que refiere el tema en cuestión.

   ENTREVISTA No. 1
   - Muy bien, puede explicarme ¿qué le trae a la consulta?
   - Estoy muy preocupada, por como está reaccionando mi bebé doctora.
   - Cuénteme que le pasa al bebé.
   Aprovecho que trata de acomodarle en su regazo, y hago halagos al nene, que sonríe tímidamente, cuando le ofrezco un juguete.
   - El se está enfermando mucho y el pediatra me aconsejó ir con el psicólogo.
   Algunos profesionales de la salud, están entrenados en el área de la salud mental, y fácilmente reconocen, cuando un cliente necesita otro tipo de ayuda aparte de la medicina.
   - Y ¿qué razón alega para esa sugerencia?
   - Fue porque le dije que el niño es de padres separados cuando preguntó mi estado civil. 
   - ¿A que vino la pregunta? 
   -  Es que me quejé de que las medicinas no le estaban haciendo efectos.
   - ¿Y es así?
   - Si doctora, le da una infección de garganta una vez por mes. Eso es fiebre y fiebre y ya en este mes, el doctor me dijo que tenía principio de bronquitis, y créame, esto me preocupa mucho.
   - Te creo. Explíqueme el proceso, como empezó a enfermar con tanto acierto cada mes.
   - Pues mire usted, empecé a notar y todos en la casa, que realmente eso estaba pasando. Pero lo más extraño es que cuando va con el papá, se sana de inmediato, deja de tener fiebre no se enferma.
   -  ¿Cuántos meses tiene enfermando?
   -  Pues como cinco o seis meses.
   Todo parece indicar que el niño está somatizando, según la información aportada por la madre. Pero es necesario profundizar más, pues niño muy pequeño para este tipo de reacción inconsciente, dado el caso de que no nació junto el padre, ni se está criando con él, por lo que no ha de hacerle falta la cercanía lo que nunca ha tenido cerca.
   - Eso es mucho tiempo, aquí y ahora tenemos que asegurarnos de ciertas cosas que deben seguirse de forma correcta para no perjudicar la salud del niño, así que quiero que me conteste con suma claridad y seguridad algunos puntos que involucran de manera directa la buena recuperación de tu hijo.
   - Si doctora, dígame.
   - Las infecciones de garganta o amigdalitis son muy frecuentes en niños de esa edad, consecuencias de llevar los juguetes sucios a la boca, las manos sucias al comer los alimentos, los teteros y biberones sin higienizar correctamente, tomar el agua contaminada o la leche descompuesta. Una porción de leche que  él desechó, hay que desecharla también, estas son cosas a tomar en cuenta para evitar que enferme de la garganta.
   - Yo se todo eso doctora y mi madre que lo cuida cuando no estoy también.
   La condición de ser una madre que estudia y trabaja, muestra que delega el cuidado del hijo a la abuela, lo que de paso puede que la convierta en periférica en relación con los cuidados del bebé, consecuencia de una obligación paralela a su rol de madre. 
   - Pero a pesar de eso, parece que se enferma.
   - Así es doctora.
  - Después que el bebé ya está enfermo, entran otros detalles, para tomar en cuenta. Las medicinas deben aplicarse correctamente con las dosis y horario recomendados por el médico... y acabarlas completas, aunque las fiebres hayan desaparecido, de lo contrario no recibe la dosis completa para eliminar totalmente la infección, que persistirá renovada con el riesgo de padecer de fiebre reumática, que traerá como consecuencia problemas cardiovasculares o del corazón a temprana edad.
   - Ay! doctora, Dios me libre y guarde a mi hijo, yo le doy sus medicinas completas!
   - Esas son las razones que veo en este caso para que ese bebé siga enfermando.
   - Pero doctora... y ¿no será que quiere vivir con su padre?
   Aparece el primer indicio que aumenta mis dudas, esa sugerencia, me alerta para dirigir la terapia en esa dirección, mamá tiene problemas.
   - ¿Qué le lleva a usted a pensar eso?
   - Oh! ya le dije que cuando va con él, se sana
   - Y el padre ¿qué dice de eso?
   - Bueno, el solo se siente bien porque el niño parece que consigue la salud con su presencia.
   - Y ¿tú crees que eso es real?¿te sientes bien con esa situación?
   - Bueno... yo solo pienso que es extraño.
   - Y ¿quieres que yo te aclare lo extraño de esa situación?
   - Me gustaría saber que piensa usted de eso.
   - No pienso nada.
   - Ay! doctora, yo tampoco se que pensar. Pero esa situación me deprime.
   - Qué es lo que te deprime específicamente
   - Que mi hijo prefiera a su padre antes que a mi.
   - ¿Ya te lo dijo él?
   - No, él padre no me ha dicho nada, yo pienso eso.
   - ¿Cómo te relacionas con él padre de tu hijo?
   - Nunca nos llevamos bien, solo cuando se lleva el niño hablamos, pero ya no peleamos.
   - ¿Dejas que el padre se lleve al niño a su casa para estar solo con él?
   - Oh! no, no, yo voy con ellos.
   - ¿Estas segura que viniste a la terapia para ayudar al niño?
   Intento llevarla al terreno que sostiene mi hipótesis de que la ayuda para el niño es la excusa para acudir a la terapia.
   - Claro! me preocupa que se enferme tanto.
   - Pero te sientes feliz de que se recupere  su salud en casa del padre.
   - Pues si, cuando estamos juntos en su casa eso pasa.
   Entonces entro de lleno al punto álgido del problema hasta ahora enmascarado con el bebé.
  - ¿Te gustaría volver con él, para que tu hijo conserve la salud, y viniste aquí para que yo te lo confirme, y de paso decirle al padre que yo sugiero esa idea?
   - Ay! doctora... este... mire, para ser franca, que no haría yo para que mi bebé tenga salud, pero eso no es lo que vine hacer aquí, vine para que trate a mi bebé.
  - Muy bien, dices que el problema es del bebé porque se enferma contigo y sana con el padre. Ahora yo te ordeno que salga de la terapia,  realmente tu entiendes que el problema no es tuyo sino de tu hijo, sienta al bebé en el sillón, yo voy a conversar con él acerca de cual es su problema, talves me responda los motivos que tiene, para hacer lo que está haciendo con su pobrecita madre.
   - Ay!doctora!... pero ¿como va hacer algo así con un bebé tan pequeño?
   - No se, nunca lo hago. Pero ¿te imaginas? ese bebé sentado ahí mientras yo le pregunto: ¿cuál es tu problema?
   Ríe y sacude su cabeza negativamente mientras dice:   
   - Oh Dios! las cosas que pone la gente hacer a uno!... yo me llevé de que todos me dicen que tengo que llevar al niño al psicólogo.
   - No se preocupe, eso es lo que hace la mayoría de las personas para ir al psicólogo, aceptar las sugerencias de gente que le quiere bien.
   - Es verdad, por eso lo hice.
   - Es decir que de no existir esa insistencia ¿no estaría aquí hoy?
   - No lo creo, yo también lo había pensado.
   - Muy bien! ahora tienes que entender que los niños son como esponjas que recogen humedad, ellos reciben las proyecciones de los padres y pueden somatizar, ellos en la edad de este bebé, no saben decir que les molesta o no de sus padres, y los padres tienden a proyectar sobre ellos sus problemas o querencias. No creo que ese sea el caso de tu hijo, me parece que hay un mal manejo de los medicamentos o higiene, solo que cuando van de visita con el padre, ya la medicina ha iniciado su proceso de curar, le interrumpen el tratamiento y para cuando regresa a tu casa la dolencia vuelve a renovarse. Debes en lo adelante constatar personalmente que acaba totalmente sus medicinas, esto es altamente necesario.
   - Si doctora, aunque ya le dije antes que cuido de que eso sea así.
  - En cuanto a TU PROBLEMA de celos hacia el padre de tu hijo hasta el punto de provocarte depresión, debes empezar por resolver lo que refiere al modo en como tratan sus diferencias, su papel de padre y madre es algo diferente al de pareja o expareja que tienen que compartir su rol de padres. Si su relación de pareja se rompió y no buscaron ayuda para conservar la armonía que debe primar por el lazo que los une, están a tiempo. No es justo que el niño sea utilizado por ambos como anzuelo para justificar su reconciliación. Esto va para ambos. ¿te gustaría hacer una cita para tratar el tema con tu expareja?
   - Si... voy hablar con él a ver si quiere venir.
   - ¿Es probable que no quiera venir?
   - No lo se, pero lo intentaré.
   - ¿Has pensado en la probabilidad de reconciliarte con él?
   - Usted ya me descubrió!
   - No, yo no soy adivina, tú me lo has dicho, cuando viniste a la terapia, veo que buscas la forma de que alguien te apoye en el sueño que proyectas... Yo no junto personas, no soy maga, pero debes meter en tu cabeza que para amar se necesitan dos, además de ti, él debe quererlo también. Ya tienen más de un año separados ¿crees que tienes oportunidad de recuperar su afecto?
   - Cuando estamos en su casa, nos tratamos como pareja feliz, por el bebé, no queremos que se sienta mal.
   - ¿Ves como están utilizando al bebé?
   - Si... me siento mal por eso... No volveré hacer eso... Oh! mi niño te amo, perdoname!
   Dice esto mientras abraza y besa a su hijo. Hacen un lindo cuadro, una madonna pidiendo perdón a su hijo. Cosa difícil de apreciar en esta cultura, pues aun los padres sientan ese sentimiento de culpa, no son capaces de externarlo frente al hijo.
   - Es bueno que reconozca tu equivocación, te felicito por ello, a veces buscando lo que queremos, no nos percatamos de que en el intento podemos dañar a alguien que también queremos, ya que no existe un propósito de hacer daño si lo que buscamos es bueno para nosotros. Nuestro tiempo terminó.
   - Gracias doctora, quiero una cita para mi.
   - Correcto, vamos a continuar en la siguiente sesión.

   EVALUACION DEL CASO
   En este caso y cualquier otro que involucre un menor de edad, la terapia debe dirigirse al o los adultos responsables del mismo. Muchas veces los hijos ni siquiera saben que existe algún problema, y tampoco  sospechan que lo tienen, a no ser que le sea informado. En el caso de los adolescentes, aunque pueden asumir actitudes probablemente inconscientes, estos ya tienen capacidad de accionar manipulando el medio para conseguir atención de manera intencional a diferencia de los de menor edad. Estos últimos, sí pueden desarrollar somatizaciones en caso de sentirse angustiados como causa de alguna situación en la cual ellos no ven solución, terminando por sentir culpa.
   Por otro lado, las proyecciones familiares, de los padres hacia los hijos, acaban por triangular al hijo, que terminará por enfermar, descubriendo que los padres cambian de actitud cuando esto pasa,  uniendo sus esfuerzos y atención alrededor de él olvidando sus diferencias "... nos tratamos como pareja feliz por el bebé, no queremos que se sienta mal".
   Este caso derivó en terapia para la madre y el padre del niño, el pequeño dejó de enfermar luego haber eliminado la madre la conducta periférica hacia sus responsabilidades en lo referente a la salud e higiene del hijo, que delegaba en la abuela. Abandonar su actitud de competir con el padre del hijo, aprendiendo a separar los roles de interacción entre expareja y padres, no utilizando al niño para reconciliarse con la pareja.

   Gracias por participar de este nuestro blog. No olvides dejar tu comentario. FLAVIA PEGUERO.
   REFERENCIA: Caso de archivo de consultas de la Licda FLAVIA PEGUERO.
  

8 comentarios:

  1. Estuvo muy interesante este caso ya que en realidad la madre de el bebe de un año y cinco meses,lo que realmente buscaba era la excusa perfecta para regresar con el padre de el bebe,ya que un niño de esa no tiene aun activa la cognoscitiva para pensar lo que pasa a su alrededor,si como bien podemos saber que a esa edad los niños son inconscientes de lo que dicen y hablan.( 12-MPSS-1-192 ) Yeimy leticia peña de la cruz ( Seccion:0339 )

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    1. Hola Yeimy, muy acertado su comentario.Gracias por participar!

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    2. Gracias a usted por permitir que los estudiantes nos desarrollemos mas en la psicologia.

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  2. en este tema llevalo al psicologo nos damos cuentas k los bebe deben crecer juntos con sus padre y madre y los dos darle amor y comprension att rafelina castillo seccion 0366 matricula 12-spss-1-039

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    1. Hola Rafelina, es correcto que lo dices, pero cuando los padres son separados, estos últimos deben aprender a separar sus roles, de esta forma no se afectan los niños, con sus proyecciones sobre él. Gracias por su participación.

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  3. hola profe.....aunque todavía no ha puesto este tema me intereso mucho, me gusta leer lo que usted publica porque serán útil para mi aprendizaje.... yo diría que avemos personas que utilizamos a nuestro ser querido para buscar una ayuda porque tenemos temor a decir con nuestra propia voz que necesitamos ayuda y realmente nos escondemos detrás de otros esperando a que se nos descubra como la madre que llevo al niño diciendo que necesitaba ayuda aunque aveses también lo pueden hacer inconsciente mente..... esa es mi opinión profe. leidy genao 12-mpss-1-311 secion 0530

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    1. Hola Leidy, la lectura de casos pueden ser leidas por cualquier persona aun no sea estudiante de psicología. Son casos reales que se publican con doble finalidad, además de entrenamiento para los estudiantes de término, puede servir de orientación a cualquier persona que este pasando por una situación igual o parecida. Es atinado lo que dices realmente las algunas personas tienen una manera particular de pedir ayuda, la dama de este caso es una de ellas. La felicito un estudiante que le guste la lectura será un profesional bien calificado. Gracias por su participación.

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    2. El primer lugar, lo ocupan los problemas de conducta. Suele tratarse de niños a los que les cuesta interiorizar las normas y los límites, les cuesta obedecer, cuestionan la autoridad, retan a los padres? y estos se ven muchas veces desbordados por la situación, y ven que necesitan ayuda para solventar el problema, o se plantean que tiene que haber una forma más fácil de conseguir el buen funcionamiento diario.

      Dania leyba de Jesús
      18-EPSS-1-452

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