Un tema interesante es el que involucra la religión y la ansiedad. Si damos un vistazo a la cultura religiosa, podemos notar que las religiones o sectas religiosas no son del todo malas, pero tampoco son del todo buenas. Es claro que como todo bajo el cielo las religiones no son perfectas porque la perfección no existe y si llegara a existir este no es el campo donde pudiera germinar característica tan superior.
Si nos detenemos a observar con atención la conducta de las personas que asumen formar parte de una secta o grupo religioso, descubrimos claramente sus comportamientos rígidos no solo en cuanto al cumplimiento de las normas y requerimientos que el grupo les exige, sino también al enfrentar posiciones de otras sectas que adversan sus criterios o línea de pensamiento grupal.
La rigidez conductual religiosa o no, de por si es un comportamiento que genera ansiedad, la misma le viene dada al sujeto a través del medio ambiente en el cual se desarrolla y puede ser asumida en las normas y roles que se ve obligado a cumplir, sea por obligatoriedad o de manera voluntaria. Esta característica propia de las sectas religiosas, se manifiesta cuando las exigencias del grupo imponen y requieren actitudes a su feligresía que implican renunciación a cosas que a cualquier ser humano le son necesarias y aunque aparentemente acepten renunciar a esas cosas, en lo más profundo de su ser saben que solo se hacen así mismos una negación a esas necesidades, por lo que convierten esas privaciones en autocastigo, a través del cual probablemente canalizan algún sentimiento de culpa.
Muchas veces estos grupos no solo exigen sacrificios físicos o martirologios, sino que promueven privaciones de algunas necesidades psicofisiológicas propias de los seres humanos en una promesa de purificación del pecado original que supuestamente traen al nacer (desde la antiguedad los adeptos y practicantes religiosos utilizan el autocastigo infringiendo violencia a sí mismos, penitencias de ayunos, el celibato o renunciación al sexo, a ciertos alimentos y a bienes materiales).
En la mayoría de los casos, un gran porcentaje de los adeptos ingresan a las sectas religiosas en momentos difíciles de sus vidas, cuando atraviesan por situaciones de impacto emocional fuerte y no cuentan con el apoyo de ayuda familiar o profesional. Las situaciones de angustia, depresión y pérdidas son el caldo de cultivo para la atracción que esos grupos ejercen sobre los necesitados, ellos saben utilizar y mercadear muy bien estas deficiencias en las personas, pues no hay que olvidar que no dejan de ser un negocio rentable. Los adeptos sumidos en las consecuencias emocionales del problema que los abate, con depresiones, ansiedades y frustraciones, descubren la panacea de atención en la secta escogida, sin la cual se encontraban perdidos. Practicamente compran la anhelada paz confesando públicamente en la iglesia sus miserias, debilidades y dolores o carga pecaminosa, acto que constituye el primer compromiso para obtener crédito en el grupo. Este es un paso para llegar lejos si se cuenta con las habilidades para escalar y obtener derecho a su propia iglesia mostrando su poder de persuasión en la captación de nuevos acólitos que aumentan su población y aportan a la economía del capital en la empresa alimentada por los diezmos (..."yo era un abogado corrupto, y el pago que exigía a las mujeres para hacerles un divorcio no era dinero, sólo tenían que acostarse conmigo..." testimonio de un pastor dueño de su iglesia, ..."yo andaba perdido en las drogas, y los vicios..." joven que se comprometió con una muchacha evangélica y se vio precisado a convertirse al grupo de la novia, abandonando el suyo, porque no tenía la verdad que sí poseía la secta de ella... "... si yo no hubiera conocido la palabra hoy fuera una loca..." madre de familia y esposa de un emigrante, del cual se siente abandonada y cuyos hijos están en tratamiento psicológico desde que ella ingresó a un grupo religioso).
Todos estos testimonios son utilizados para atraer a otras personas que están pasando por los mismos problemas, apelando a los sentimientos de culpa que pueden abrigar en medio de sus somatizaciones "... confiesa tus pecados y te serán perdonados..." con la aceptación del "mea culpa" reciben la liberación y logran algunos cambios que a veces son favorables, como es el caso de las adicciones, mientras otros problemas se agravan por el hecho de que el cambio de la situación provocadora de ansiedad no está en las manos de la persona afectada ni en la mágia del grupo religioso. Muchas veces si no logra el éxito y traquilidad que busca, la persona se la pasará emigrando de grupo a otro, hasta conseguir lo que cada grupo cree que posee en relación con la verdad y la sanidad. En un mundo con siete mil millones de personas con cientos de diferentes sectas religiosas donde cada una de ellas alega tener la verdad, muchas personas se pasean de una a otra o creando un ministerio nuevo que capte adeptos y sostenga su verdad.
En mi experiencia como terapeuta familiar he tenido la oportunidad de tratar casos de familias pertenecientes a grupos religiosos cuya rigidez aumentan el grado de ansiedad en la familia. De ahí mis consideraciones de que los niños no deben participar de la religión, por razones entendibles, y porque una situación angustiosa en la familia puede empeorar con la rigidez de un pensamiento grupal. Una persona afectada por circunstancias propias de su grupo familiar, no logra nada bueno sumando a su problema la culpa, pues en la interacción familiar las decisiones que afectan al grupo no son disposicionales o internos de un solo miembro, son externos y situacionales, sin importar que en las actitudes haya prevalecido la opinión de un solo miembro como es el caso de la emigración de los progenitores o padres de familia, donde los adultos tienen el poder, toman decisiones, no consultan a los hijos y no previenen las consecuencias.
Trataremos aquí el caso de Genara la evangélica, caso de la consulta de la Licenciada Flavia Peguero. Los nombres reales no se mencionan ni aparecen para cuidar la identidad de los pacientes, quienes gustosamente aceptaron la publicación de su caso para ayudar a otras personas que pudieran estar pasando por los mismos problemas.
GENARA LA EVANGÉLICA. CASO DE ESTUDIO.
Recibimos en la consulta el caso referido por la doctora C, de una niña de 12 años de edad. La paciente estaba siendo tratada médicamente por lesiones en los dedos de las manos como consecuencia de la práctica de mordisquear sus uñas. Las yemas de sus dedos eran llagas sangrantes que no sanaban, ya no tenía uñas y no respondía a las recomendaciones médicas ni al tratamiento. Luego de ser evaluada en el departamento de psicología, las pruebas aplicadas mostraron un grado de ansiedad grave y fue referida al departamento de terapia familiar.
La paciente viene de una familia de cuatro miembros, el padre ausente por causa de la emigración, la madre y un hermano mayor. Estudia el nivel básico escolar del sexto grado. La madre se ocupa de la casa y la familia, además de ser predicadora de la iglesia a la que pertenecen y el hermano de 16 años de edad estudia el nivel secundario y practica artes marciales como deporte. El padre vive fuera del país, solo regresa en vacaciones de navidad a compartir la familia y los asiste economicamente en todo lo que necesitan. En el curso de la terapia se identificó al hijo mayor y a la madre como pacientes afectados por el mismo problema.
- Paciente identificado No.1: h2, 12 años de edad, sexo femenino.
- Diagnóstico: somatización por ansiedad grave (lesiones físicas autoinfringidas)
- Pronóstico: favorable.
- Paciente identificado No. 2: H1, 16 años de edad, sexo masculino.
- Diagnóstico: ansiedad moderada y parentalización.
- Pronóstico: favorable.
- Paciente identicado No. 3: M, 38 años de edad, sexo femenino.
- Diagnóstico: grado de ansiedad severo, signos con episodios mixto.
- Pronóstico: desfavorable.
ENTREVISTA No. 1
Se hizo entrar a la paciente identificada a la consulta. Es una jovencita que luce un poco asustada, con sus manos tras la espalda, me mira con curiosidad, como examinando mi ropa y el escritorio. Al tiempo de dulcificar mi rostro con una leve sonrisa, la invito a tomar asiento, y yo lo hago frente a ella en el asiento lateral.
Es común que los jóvenes púberes sientan un poco de curiosidad y miedo cuando los envían con el psicólogo, pues ya tienen de antemano una idea preconcebida de que se trata de un "loquero". El terapeuta intenta suavizar y obtener su confianza, haciendo un acercamiento que procure la empatía necesaria en estos casos. El consultorio de un psicólogo en el hospital, ha de ser diferente al de un médico, igual que la vestimenta. El paciente observa que no hay batas blancas, no se usa guantes y no hay camilla de revisión física. La actitud del terapeuta procurando un acercamiento amistoso donde la paciente es recibida como una visita, hace que la joven disminuya su ansiedad, toma asiento y observo que no sabe que hacer con sus manos tratando de esconderlas, por lo que trato de hacerle sentir que no me interesan sus manos e intento fijar su atención en otra dirección, al iniciar nuestra conversación.
- ¿Cuántos años de edad tienes?
- Tengo doce.
- y ¿en qué nivel escolar estás?
- En el sexto grado.
- Que bien!... ¿cómo te está yendo en la escuela?
- Antes me iba mejor, últimamente no muy bien.
- Ah... ¿sabes porqué estas aquí con la psicóloga?
- No mucho, pero la doctora C me dijo que usted me ayudaría y que podía hablarle de cualquier cosa que yo sienta que me está molestando en la escuela o en mi casa.
Trabajar la psicología conjuntamente con el médico, nos ofrece la ventaja de la evaluación física y la confirmación y dirección del problema que llega con la sospecha en la somatización que presenta el paciente.
- Muy bien, nuestra conversación es confidencial y la terapia es para ayudarte a resolver esas cosas que pudieran estar haciendo que te sientas molesta, no importa que cosa este sucediendo en la escuela o en la casa, podemos trabajar para resolverlo ¿Puedes contarme algunas de esas cosas?
- Si, la doctora C dice que mis dedos no se sanan, porque no hay forma de que deje de morderme las uñas.
Habla de sus dedos enfermos, pero aun así mantiene sus manos ocultas bajo los pliegues de la falda. Entonces aprovecho, para pedirle que me muestre las manos. El terapeuta conoce del problema, pero es más conveniente que sea el mismo paciente quien inicie y declare su problema, sin que se sienta presionado por la terapeuta, y sin mostrar asombro y fingiendo naturalidad, le doy mi opinión.
- Si, realmente están en malas condiciones, pero no te preocupes que estoy segura que van a sanar pronto ¿es eso lo que quieres?
- Si, me da vergüenza que me las vean.
Dice esto y sus ojos se llenan de lágrimas, y llora.
- Ahora quiero que me digas ¿qué pasa en los momentos en que no puedes evitar morder tus uñas?
- Es cuando mi mami llega a la casa, ella siempre pelea y grita mucho, tira las cosas y golpea en el piso y las paredes. Yo me escondo en mi cuarto y me pongo muy nerviosa y me muerdo las uñas.
- ¿Sabes que cosa le pasa a tu mami, que pelea y grita cuando llega a casa? ¿qué es lo que dice?
- Ella dice muchas cosas, y dice cosas malas de mi papi. Yo estoy muy triste, me hace falta mi papi, él se fue cuando yo estaba muy chiquita, dijo que volvería pronto para llevarnos con él, pero solo viene en navidad y se vuelve a ir. Ya pronto viene la navidad y yo estoy contenta porque papi viene, pero mi mami y mi hermano no lo quieren y solo pelean mucho con él hasta que se va otra vez.
Su llanto aumenta al momento de mencionar al padre y decido parar. Es claro que el foco de ansiedad está en la conducta reflejada por la madre y se intensifica por la ausencia y regreso del padre.
- Tranquila, que tu mami también va a trabajar en la terapia y vamos a ayudarla para que se sienta bien. Ahora quiero que me prestes atención, desde hoy ya no sentirás miedo de mamá porque ella va a cambiar y quiero que tu también cambies para que tu mami se sienta mejor. Además, sabes que eres una jovencita muy linda e inteligente y una joven así, debe tener unas manos lindas y sanas, que todo el que las vea te admire. Dijiste que te da vergüenza que las vean como las tienes ahora, entonces quiero que hagas un compromiso de lograr unas uñas lindas, yo también quiero verlas bonitas ¿crees que puedes lograrlo?
- Si, lo voy a lograr ¡usted lo verá!
- Ya lo creo que si! ahora que salgas le dices a tu mami que entre y la esperas en el salón.
- Doctora no vine con mi madre, ando con mi hermano, el es quien me trae a curar mis manos.
- Muy bien, entonces dile a él que pase a conversar conmigo.
ENTREVISTA No. 2, HERMANO MAYOR.
Entra el joven y toma asiento, es fuerte para sus 16 años de edad, pero igual que la hermana parece un poco nervioso, por lo que intento una conversación alejada del problema.
- Buenas tardes joven, antes que todo, déjeme felicitarlo, a su edad ocuparse de su hermana menor me dice que eres un buen hermano y que tiene responsabilidades muy importantes como traer aquí a tu hermanita a curar sus manos.
Aunque no oculta sus manos, puedo ver que también padece del mismo problema, sus uñas lucen a escasos milímetros de la cutícula. Y casi sin darse cuenta las lleva a su boca para mordisquear y rápidamente las retira al ver que le observo. Considerando que ambos hermanos muestran las mismas angustias por ansiedad, aplicamos las mismas estrategias de la paciente identificada, exponiendo el problema de la hermana y su opinión al respecto, mostrando que puede confiar en la terapia para solucionar cualquier cosa que les esté causando intranquilidad en el grupo familiar.
- Mire doctora, gracias por reconocer lo que hago por mi hermanita, pero es que si yo no lo hago, la pobre acabará por comerse las manos.
- Si, es cierto que el problema de ansiedad que padece tu hermana es grave, pero debes estar tranquilo en ese sentido, porque ya hemos comenzado a trabajar para que la supere. Veo que también tu te muestras ansioso y vi que también modisquea tus uñas. contesta mi pregunta ¿tu madre está muy ocupada o trabaja, que tienes que encargarte de traer a tu hermana a las curas médicas?
- !Que va ser! mi madre es una vaga loca!
Lo suerta así, rápido y sin ningún sonrojo. Parece una descarga, una venganza, un disgusto estrellado contra la madre. Advierto rabia en sus palabras.
- ¿No te parece una forma irrespetuosa esa expresión hacia tu madre?
- Si, es cierto, pero eso es lo que se volvió después que se convirtió.
- Explíque eso de que se convirtió ¿a qué se refieres?
- Es que ahora es de la religión evangélica, se pasa todo el día en la calle predicando y llega en las noches. No se ocupa de nosotros, y yo tengo que ocuparme de todo, el desayuno, cuidar la casa, a mi hermana, pago de la luz, teléfono, colegio, tengo que ir hasta las reuniones de padres en lugar de ella...
Lo detengo, pues a medida que narra las obligaciones que tiene que hacer, su humor parece acelerarse y se estruja las manos, agarra fuerte el brazo de la butaca donde está sentado y sus ojos se humedecen a punto de llorar, pero no lo hace. Este joven parece mostrar cansancio debido a la situación.
- Muy bien cálmese, estamos aquí para ayudarlos como familia. Háblame de tu padre, se que está fuera del país.
- Uf! ese es peor que mi madre, por su culpa ella está como loca, el no nos quiere, nos abandonó cuando yo estaba pequeño, y nada más viene en navidad. Cada vez que viene mi madre se pone peor, yo se lo dije por teléfono que no venga más, que se quede allá. No lo necesitamos, que siga cumpliendo con su obligación de mandar para los gastos que es lo único que hace bien.
Este joven está lleno de rencor contra su padre, siente que los abandonó, lo culpa de los problemas de la madre, y sobre todo está cargando con una pesada parentalización. Es quien hace de padre responsable de manejar no solo la protección y cuido de su hermana, también de su propia madre.
- Veo que también estudias y haces deportes y en ambas cosas eres muy aventajado. No cabe duda, eres un campeón, merecedor de medallas. Te felicito nuevamente, tu madre y tu hermana deben estar muy orgullosas de ti.
- Gracias doctora, me gusta estudiar y ganar medallas en el karate.
- Ah! que bien, eres merecedor! contestame algo, si tu madre está todo el tiempo en la calle y tu estudias igual que tu hermana, quien cocina alimentos para ustedes?
- Mi hermana, una hija de mi padre que ya está casada, todos vamos a comer en su casa, pero yo compro la comida y en su casa la preparan.
- ¿Puedes narrar como es un día de tu vida?
- Bueno, yo creo que es más largo que el de cualquier persona. Me levanto a las cinco de la mañana, me baño y preparo el desayuno, luego despierto a mi hermana y se prepara para la escuela, la dejo en la escuela y me voy al politécnico, busco a mi hermana y vamos a comer donde mi hermana mayor, allí nos reunimos todos con mami también. Los viernes voy a los entrenamientos de karate.
- Y tu madre ¿qué hace en la mañana? no la mensionaste.
- Nada, la dejo dormir porque ella amanece orando.
- Eres un buen hijo y hermano, muy responsable. Por hoy vamos a terminar la terapia, pero no te preocupes, que su vida va a mejorar. La terapia es para brindar esa ayuda que necesitan en tu familia y vamos a lograr los cambios. En la próxima cita quiero que venga tu madre, vamos a trabajar con ella, para que te ayude con tantas obligaciones. Quiero que confíes en la terapia.
- Esta bien doctora, vendré con ella.
Tenemos un caso de grave parentalización, aunque este joven no era el paciente, también está somatizando como la hermana la disfunción familiar que implica separación del padre, la descarga de responsabilidades de la madre sobre sus hombros, las del padre a distancia donde se convierte en pseudoesposo, y padre administrador por ser el hombre de la casa. La ventaja para no haber desarrollado un trastorno con la carga de ansiedad que maneja, es que al parecer la canaliza a través del deporte. El joven deberá ser tratado para cambiar su actitud en relación con los merecimientos hacia los padres de los cuales abriga sentimientos negativos.
ENTREVISTA No. 3, LA MADRE
Recibimos a la madre y a los hijos. Me dirijo a la jovencita para iniciar la terapia con ella, a fin de darle seguimiento al problemas de las manos.
- Hola, como te sientes ¿cómo están tus dedos, me los muestras?
- Mira a la madre como si pidiera permiso y luego muestra sus manos.
- Ah! pero si están mejorando, eso es bueno. Me parece que en dos semanas más, pueden estar sanas.
- Si, ya no las muerdo mas, y como me dijo la doctora C, le pongo las medicinas antes de acostarme.
- Eso está bien, pronto tendrás unas uñas fuertes y lindas. Te felicito, estas ganando la batalla. Me dirijo al joven, y le refuerzo el buen aspecto que trae hoy pero aunque acepta el cumplido, en su rostro no ha cambiado la mirada dura.
La paciente sonríe y la madre también. Luego de reforzar el empeño en mejorar de la joven, solicito a los hermanos, dejarme a solas con la madre.
La señora, luce descuidada en su aspecto personal, sus ojos enrojecidos, despeinada y sin maquillaje, aunque saludable y de piel muy bronceada, dando muestra de que toma mucho sol.
- Gracias por venir a la terapia señora, es importante para sus hijos y su familia que usted participe en la recuperación de su hija. Usted sabe que a veces las situaciones por las que atraviesa una familia, pueden ocacionar lo que llamamos angustias y temores que traen consecuencias como los síntomas que ha desarrollado su hija con la práctica de morder sus uñas hasta el punto de hacerlas desaparecer, su hijo también muestra el mismo problema aunque en menor proporción ¿conoce usted del problema de sus hijos?
- La verdad es que yo creía que ella tenía un hongo en las uñas, y por eso viene al hospital, yo no sabía que tenían problemas psicológicos. Si mis hijos tienen problemas la culpa es del papá, él se fue y nos abandonó, esos muchachos estaban chiquitos, usted no sabe lo que yo he pasado, he tenido que hacer de papá y mamá al mismo tiempo, la suerte es que conocí la palabra y gracias a eso no me he vuelto loca...
La interrumpo a propósito, la señora está acelerada y habla sin parar, manotea en el brazo del asiento y sus ojos enrojecidos no paran de mover el iris en todas direcciones.
- La entiendo, se como se siente. Ha sido duro para usted, pero yo la felicito por el amor a sus hijos, ser madre y padre al mismo tiempo requiere mucha fortaleza y usted parece tenerla, es una suerte para ellos.
- Que va! no agradecen, los muchachos de hoy no respetan, se dan el lujo de llamar la atención a uno como si yo fuera la hija, diciendo que yo ando mucho en la calle, cuando yo lo que soy es una mujer entregada a la palabra, yo vivo para cumplir con el mandato de mi Jesús dios nuestro señor, de ir por el mundo predicando el evangelio, desde que me levanto hasta que me acuesto, dios es testigo de mi fe, yo cumplo con su mandato porque ya el mundo se va acabar, cristo viene pronto y las señales se están dando, tenemos que salvar las almas del pecado...
Vuelvo a detenerla, e intento llevarla al problema para orientarla en dirección de que aporte a la solución.
- Muy bien, ahora con la terapia vamos a trabajar para ayudarla a manejar su situación, para que disminuya sus angustias y para que sus hijos cooperen con usted y con ellos mismos, para que todos se sientan bien. Usted pudo ver como la niña mejoró con la terapia, piense ¿que puede hacer para ayudarlos?
- Yo oro mucho a dios por ellos todo el tiempo. Gracias a eso mis hijos son los mejores en la escuela y los únicos que tienen clase en ese barrio, ellos no salen de su casa, no se juntan con nadie y cuando venga su papá, le voy a decir que me quiero mudar de ese barrio, no voy a criar mis hijos en medio de los impíos...
- ¿Qué otra cosa además de orar hace con sus hijos en casa?
- También hacemos silicio (sacrificio de dormir en el suelo o piso duro)
- Podrías permanecer mas tiempo en casa con ellos ¿qué te parece?
- Yo me entregué al señor y el tiempo no me alcanza con las obligaciones de mi iglesia, pero a ellos no les falta nada.
- ¿Usted cree? es posible que les haga falta un poco de calor, caliente su hogar, la familia ¿qué le parece si delega un poco de esas obligaciones en su iglesia y deja que sus compañeros hagan la campaña en estas dos semanas y se queda en casa, descansa, cocina para usted y sus hijos, esa comida buena, que ha de estar haciendo falta a todos?
Estoy buscando la forma de sacarla del refugio en que se encuentra y desde el cual ha abandonado a sus hijos y obligaciones para con ellos, sometiendo a ellos también al sacrificio que significa la empresa religiosa a la que pertenece. Esta paciente huye de algo que le trastorna, e igual que sus hijos se siente abandonada, la religión es un escape donde canaliza su ansiedad y ocupa su mente para según ella, no volverse loca. Sonríe un poco con la propuesta, y su sonrisa dulcifica su rostro, que siempre mantuvo con el entrecejo fruncido. Parece haber recreado momentos agradables de su vida en familia. Esto me abre las puertas para las estrategias aplicar en el caso y aunque no de muy buena gana acepta la propuesta.
- Si, voy hacerlo. La verdad es que hace mucho que no cocino y usted tiene razón, yo creo que hasta a mi me hace falta mi sazón. Mi hija de crianza (hijastra) cocina bueno yo la entrené, pero no es lo mismo el maestro que el alumno...
- Tiene razón, yo también así lo creo, desde ahora busque sus recetas y haga de cuenta que se hará un exquisito regalo de buena comida para usted y sus hijos.
Nuevamente me vi en la necesidad de interrmpirla, la señora se acelera fácilmente, da la impresión de que quiere hablar mucho y rápido. Debo reconocer que transmite ansiedad y entiendo como ha de sentirse la hija.
Despedimos la terapia, al tiempo de programar la siguiente cita. Se despide con una sonrisa y esto me da muy buena esperanza para acabar con el sufrimiento de esa familia.
ENTREVISTA No. 4
Llegan todos y me dan la apariencia de que están calmados los hijos, pero la madre muestra mucha inquietud, su mirada no es serena, mueve sus ojos enrojecidos en todas direcciones, como si estuviera pensando en otra cosa y tal parece que ha llorado mucho. Inicio con la joven, pues he de seguir reforzando la conducta de cuidar sus uñas y al joven para cual estoy tratando de que la madre asuma sus responsabilidades y desparentalizarle poco a poco.
- Hola veo que estás muy sonriente ¿acaso celebras algo?
- Si doctora estoy contenta, mi papi llamó y dice que viene ahora en navidad, mire mis uñas se las voy a enseñar, ya le dije que me curé. Me duele el cuerpo porque hicimos silicio anoche, pero estoy muy feliz.
Muestra sus manos y realmente lucen sanas y pintadas de color rosa. Su madre la mira pero no sonríe, parece estar preocupada y su hermano sí lo hace mientras mueve su cabeza de un lado a otro como si dijera !tonterías!.
- Si, están lindas tus uñas, estoy feliz por ti, mereces la alegría del regreso de tu papá.
Me vuelvo al hermano y lo noto más tranquilo, pero no muestra la alegría de su hermana.
- Y a usted ¿cómo le fue en estas dos semanas?
- Pues mucho mejor, fui a entrenar dos veces, mami estuvo en casa y cuidó de mi hermanita.
- Y además comiste la rica comida que ella hace!
- Si, su comida es la mejor!
Dice esto mirando a su madre que sonríe tímidamente, parece gustarle lo que dice su hijo.
- Ahora quiero que esperen a mamá en el salón de espera, para que yo hable con ella un poco también.
Abandonan la consulta y el hermano apoyando sus manos en los hombros de la hermana la conduce al salón de espera. La verdad es que muestran otro estado de ánimo.
- Y ahora díga usted como se siente después de compartir más tiempo con sus hijos.
- Yo me siento bien, mis hijos no me molestan nunca y hago lo que sea por ellos.
- La felicito, ellos son su familia y la aman mucho, solo hay que verlos, se ve que disfrutaron de su presencia pasando más tiempo en casa. Dicen que su marido viene ahora en navidad, deben estar preparando la bienvenida.
- Mi hija está feliz, pero mi hijo y yo no.
- Puede hablar conmigo de eso ¿qué es lo que le impide celebrar la llegada de su marido?
- Pero como voy a celebrar, si ese hombre cuando viene, no comparte con nosotros, se la pasa bebiendo con los amigos y familias de él. Nosotros no le importamos, imagínese que tiene fuera del país más de 10 años, y se fue primero con el plan de venir a buscarnos, ya le dije, mis hijos eran pequeños, pero eso a mi no me importa porque yo viajo cuando quiero, gracias a la iglesia ya conozco varios países, y él no me ha hecho falta...
Nueva vez me veo en la necesidad de detenerla, se acelera fácilmente y muestra incomodidad cuando habla del marido.
- La entiendo, le prometo que conversaremos con su marido, para ayudarlos en los problemas que la emigración de él haya podido ocacionarles como pareja. Debo decirle que es normal lo que siente y también lo es haber buscado refugio en el grupo religioso al que se unió, eso es para usted una forma de canalizar un poco sus angustias, provocadas por la soledad y la carga que a tenido que asumir sola.
Respira hondo, y parece que expira parte de la carga. El terapeuta aplica refuerzos y justificación a los sentimientos de culpa que ha de estar sintiendo, por el hecho de que ha soportado todos esos años aceptando lo que decidió su marido para la familia.
- Responda algo ¿cuando su esposo se comunica con la familia por teléfono, no hay conversaciones privadas entre usted y él? me refiero a conversaciones íntimas, propias de marido y mujer que desean estar cerca aun estando lejos.
Se sonroja un poco y baja la cabeza, parece buscar en la memoria los recuerdos idos. Esta mujer parece haber perdido el gusto por la relación en pareja. Sus conversaciones anteriores siempre reflejan desencanto y reclamaciones al marido ausente, a través del tiempo parece que el sentimiento de abandono le ha borrado todo sentimiento amable para el marido.
- Al principio, pero a medida que pasó el tiempo ya no quiero ni hablarle, aviso a los muchachos cuando llama para que hablen con él y se pasan horas hablando. Cuando le pregunto de que hablan tanto, la niña dice que siempre pregunta por la escuela y mi hijo dice que hace lo mismo con él, además de decirle que es el hombre de la casa, que nos cuide mucho. Yo creo que por eso es que ese muchacho está tan agentao (se cree hombre ya) y se da el lujo de llamarme la atención, darme órdenes como si la hija fuera yo y el mi papá.
Vemos como evade el tema de la relación de pareja y cae de nuevo en la misma temática.
- Si, su esposo no sabe la carga que ha colocado sobre los hombros de su hijo, talvés ignorando que cuando a un niño le dicen esto, se lo toma en serio y de verdad se preocupa por el encargo para no quedar mal, eso a su corta edad le produce angustias, porque no está preparado para ese tipo de responsabilidades.
- Yo lo entiendo, pero imagínese si él no me ayudara, que sería de mi, yo no puedo sola.
- Cuando le sugerimos retomar las riendas de su hogar, lo hicimos con el propósito de liberarlo de tanta responsabilidad que tiene su hijo, no puede siendo tan joven, cargar con tantas tareas como maneja y que no le toca, mire que mejoró su humor y se sintió más descansado, tanto que fue al deporte dos veces esta semana ¿no se siente mejor usted viendo como sus hijos mejoran en la escuela y en el hogar?
- Si, claro que si.
-Vamos a despedir la terapia por hoy. Como la navidad ya se acercan es probable que trabajemos con su marido cuando regrese a vacacionar en familia. Vamos a trabajar su relación de pareja, esta es totalmente independiente de la relación con tus hijos, en la cual ellos no tienen implicaciones porque la decisión de emigrar fue tomada por ustedes sus padres y las consecuencias les ha afectado. Es muy diferente a los efectos que esta situación ha causado en usted como esposa y otros los efectos como madre. Así que vamos a trabajar la pareja. En estas semanas, trate de pensar un poco más en su situación de pareja, sobre lo que quiere hacer ahora que regrese su marido, existe un distanciamiento por la separación física y emocional, se hace necesario trabajar en ese sentido. No se precipite, la vida en pareja está llena de momentos buenos y no tan buenos sin llegar a ser totalmente malos. Ponga en balanza y trate de buscar una solución en la cual usted realmente se sienta bien eso lo más importante, hasta que regrese su marido, trate de conversar con él cuando la llame y refiérale sus preocupaciones como pareja en conversación tranquila y amistosa.
Hace un intento por responder, pero no la dejo, quiero que se lleve las instrucciones sin ripostar, ella parece tener respuestas para todo justificando su punto de vista.
Los estudios revelan que las familias que se ven separadas por la emigración se ven afectadas por la ansiedad (La ansiedad en Sistemas familiares de Progenitores emigrantes; Invest. Flavia Peguero para la Univ. Autónoma de Santo Domingo Primada de América;2006) Este mismo estudio revela que los regresos de los emigrantes aumentan el grado de ansiedad permanente en esos grupos familiares.
En este caso, el terapeuta puede mejorar un poco la ansiedad, con las conversaciones reforzantes de las conductas placenteras, en las que tanto la madre como los hijos disfrutan la alegría de compartir más tiempo juntos, olvidando un poco la amargura que representa para ellos la ausencia del padre que ha sido internalizada por el grupo como abandono. La madre deberá recibir terapia individual relacionada con la relación de pareja, pero también debe ser evaluada por el psiquiatra a nivel neuropsicológico, pues sus actitudes testimoniadas por los hijos, hacen necesaria una investigación al respecto.
ENTREVISTA No. 5
La familia de madre e hijos, se presentan muy unidos abrazados en una cadena de brazos entrelazados, los hijos se ven felices y la madre parece complacida. Esta vez es la madre quien inicia.
- Hola doctora, estamos muy agradecidos, en la reunión del colegio me informaron que mi hija ya recuperó su lugar con la mejores notas
- Ah, pero que buena noticia!
- Si me esforcé mucho para que mi papi vea que no solo me sané de las manos, sino que sigo siendo la mejor estudiante de mi curso.
- Magnifico!
- Si, pero no quiero que le digan a mi papi que me orino en la cama, me daría vergüenza porque ya soy grande, además desde que duermo con mami ya no lo hago.
- No se informó en tu expediente que tenías ese problema.
Interviene la madre.
- Es que como ella le dijo, desde que duerme conmigo ya no lo hace, yo la despierto para que vaya al baño, en medio de la noche.
- ¿Y donde dormías antes?
- En nuestro cuarto, de mi hermano y mio. Es que a veces me daba miedo de noche y me iba para su cama.
- Bueno lo importante es que ya no lo haces, pero es necesario que duerman separados ya tu hermano es un adolescente y casi tu también lo eres. ¿Cómo es que deciden que duermas con mamá y porqué?
- Doctora, por eso que usted acaba de decir, ahora duerme conmigo porque ese duerme como un tronco de palma, no lo despierta nadie y no se despertaba para mandarla al baño.
- Pero este joven es casi como un papá, que bueno que usted le está liberando de tantas obligaciones, aun falta que tenga novia y se case y ya sabe cuidar niños y asumir obligaciones de la casa. Creo que por eso está mas feliz ya puedes descansar un poco más ¿cierto?
- Así es doctora, me siento libre!
Sonríe y levanta sus brazos hacia arriba, parece celebrar.
- Así mismo es doctora, mi hijo es el hombre de la casa.
- Es bueno que mamá no olvide que aunque es el único miembro masculino en ausencia de papá, no es un hombre todavía, sigue siendo el hijo mayor, sus obligaciones son estudiar, divertirse con sus amigos y ayudar a mamá cuando ella lo necesite, por un período de tiempo que no debe exceder de cortas ausencias.
- Doctora, me hace falta salir a predicar, eso es mi vida.
Cuando la madre dice esto, el joven que parecía distraído abre sus ojos y está a punto de hablar pero no le permito hacerlo y contesto con rapidez a la madre.
- La entiendo, pero ya puede ver cuan importante ha sido recordar que tiene obligaciones en su hogar y con sus hijos ¿acaso no vale la pena disfrutar de lo bien que sienten al compartir más tiempo juntos, y como ellos se sienten seguros con su permanencia en casa que hasta han mejorado no solo la ansiedad, también en la escuela?
- Por supuesto.
- Bueno ahora solo tiene que programar el tiempo para usted y disfrutar lo que le gusta hacer, sin que eso signifique abandonar la felicidad de disfrutar con sus hijos en casa. Podrías comenzar por ir a la iglesia en horarios libres para tí de las obligaciones del hogar. También es importante para sus hijos que usted se sienta bien ¿cierto muchachos?
- Si señora.
Responde la hija mientras el hijo, hace un movimiento de cabeza y mueve sus labios mostrando más negatividad que consentimiento.
- Es una gran satisfacción ver que se sienten bien y que se han acogido a la ayuda y orientación de la terapia, esto no hubiera sido posible si ustedes como grupo no hubieran estado dispuestos a trabajar para conseguirlo. ¿Ya le informaron a papá lo bien que se sienten?
- Si, el también está muy contento.
Es la niña quien responde.
- ¿Mamá pudo conversar con papá?
- Si, hablamos sobre algunos encargos que debe traernos.
- ¿Hablaron del algún otro asunto?
- No, no me sale hablar con él de nada que no sea sus obligaciones.
- Muy bien, terminamos por hoy la terapia. Estos son tiempos de compartir y celebrar esa fiesta familiar que es la navidad, todo el mundo se prepara para disfrutar y nosotros no somos diferentes, hasta la próxima sesión.
Esta entrevista fue corta a propósito, no vi la necesidad de ahondar en el tema de las disconformidades de la madre y preferí dejar que disfruten de la mejoría en la interacción familiar. Ya está pendiente la terapia individual de la madre para cuando ya se acerque el regreso del esposo y así poder trabajar la pareja.
ENTREVISTA No. 6
En tres semanas, la situación parece haber cambiado para mal. La joven se presenta llorosa y sus manos muestran los dedos como si los hubiera mordisqueado a propósito. El hermano mayor luce de mal humor y parece que quisiera llorar, pero se muerde los labios e inicia .
- Mis respetos doctora, perdón, pero a veces me siento tan mal que se me olvida la educación.
- No se preocupe, todos pasamos por momentos incómodos en nuestras vidas, pero siempre pasan y vuelven los momentos buenos.
- Doctora en nuestro caso parece que no hay remedio.
- No diga eso, siempre lo habrá, lo único que no tiene remedio es morir, siempre se puede hacer algo para cambiar las cosas y ustedes lo saben, lo hemos comprobado con la terapia, hace unas semanas todos se sentían bien.
Mientras el joven habla con la desesperanza pintada en su rostro, la hermana llora en silencio.
- Créame, yo se porque lo digo.
- Cuente lo que pasó para que se presenten hoy tan tristes y desesperanzados.
- Mire que yo estoy aquí por mi hermanita, ella me rogó que venga que usted nos va a seguir ayudando, pero yo lo veo difícil.
- La felicito jovencita, aprendió que se puede buscar ayuda.
- Si yo se eso pero mi mami todo lo vuelve una loquera, anda cuentale a la doctora lo que pasó.
La joven seca sus lágrimas y empieza a narrar lo acontecido.
- Ahora el pastor y los amigos de mami se reunen en casa todos los días desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche, a veces se quedan hasta las 11 de la noche. Ayer yo estaba jugando en un rinconcito de la sala y ellos oraban y cantaban, de repente el pastor se lanzó sobre mi, me empujó a un lado, agarrando mi brazo tan fuerte que todavía me duele, después cogió las muñecas y prendió un fósforo y las quemó diciendo que eso era del demonio y hacían daño a las niñas, todos gritaban cosas que yo no entendía, me asusté mucho y salí corriendo a la calle llorando y pidiendo ayuda, los vecinos al ver humo dentro de la casa pensaron que había un fuego y gritaron pidiendo a los bomberos, luego cuando vieron que no era eso, empezaron a reír y se reunió casi todo el barrio frente a la casa...
La interrumpo, pues habla sin parar mientras aumenta su llanto, pero continua.
- Mis barbies me las quemaron! yo las cuidé mucho para que papi vea que yo cuido los juguetes que me trae.
- Tranquila, el sabe eso y te traerá otras, hablaremos de eso con él.
Interviene el hermano, parece no tolerar el sufrimiento de su hermana.
- Oye a la doctora yo hablaré con papi, él sabe que tu cuida mucho tus cosas. Doctora mi madre enloqueció imagíne que yo llegaba cuando encontré ese desorden en la casa y mi hermana llorando en la acera, cuando entré, sin pensarlo dos veces tomé al pastor por un brazo y lo eché, los mandé a todos fuera de mi casa, entonces él grito y vociferó !Genara sus hijos están poseídos por el demonio! mientras las gentes del barrio se burlaban y reían...
Debo interrumpirlo, ambos hermanos me recuerdan a su madre cuando hablan sin parar.
- ¿Su madre les explicó antes que haría reuniones con sus amigos en la casa?
- Si, ella dijo que se sentía mejor en casa, que descansa más, que iba a llamar a sus amigos para que fueran a su casa a celebrar los cultos, y desde que eso empezó no tenemos tranquilidad, los vecinos se quejan, no podemos dormir con mi madre orando toda la noche, como loca diciendo a Satanás que salga de la casa. Ella tampoco duerme de noche.
Aparentemente, la madre ha hecho crisis, y nuevamente asume la religión con la rigidez acostumbrada, solo que ahora la lleva a la casa. Realmente apenas puedo tranquilizar a los hijos, deberé adelantar su cita, pues la influencia del grupo religoso en la casa parece que alteró el estado de ánimo.
- Quiero que vayan tranquilos casa, cuando su madre ponga la comida en la mesa por ejemplo, dígan que la quieren mucho, que es muy buena su comida, cuando lava o plancha tu ropa, dile que todos dicen que sus ropas son las más limpia y cuidada, que le agradecen eso a ella... eso es lo que tu madre necesita, apoyo y cariño, su salud mental se ha afectado un poco con la ansiedad que padece, pero no está loca y deben sentirse seguros porque ella los quiere mucho. Entiendan que ese grupo son sus amigos, talvés no sean los mejores pero son los únicos que tiene.
- Doctora ella está disgustada con nosotros, castigó a mi hermana porque no debió salir a la calle pidiendo ayuda y a mi porque yo no debí ofender al pastor y a sus amigos. Dice que ellos solo ayudan para que el demonio salga de la casa. Díga si eso no es cosa de locos.
- No lo es, esa es la forma que utilizan para manifestar lo que creen, solo les pido comprensión, ella sufre mucho y con su sufrimiento los arrastra a ustedes, pero no es su propósito, tu madre cree y tiene fe en que su pastor y amigos la están ayudando. Nunca se olviden de que ella merece todo su respeto, y su aporte en amor y mucho cariño puede ayudarla. Vayan a casa, procuren hacer lo acordado y continúen mejorando en la escuela. A usted jovencita le voy a decir algo, cuando sientas que algo no te hace sentir bien, solo tienes que decirlo, lastimarte físicamente para llamar la atención, no es la solución, aunque a veces lo hayas logrado. Es más saludable hablar. Pueden decirle a su madre que le adelantamos la cita para que venga mañana y les aseguro que las cosas mejorarán.
OBSERVACIONES PRELIMINARES
Se despiden de la sesión y los veo un poco más animados, pero estos jóvenes no tienen paz, sufren mucho y yo como terapeuta, espero con tantas ansias como ellos el regreso del padre para tratar de organizar el sistema emocional y de interacción familiar. La madre parece que tras recuperar la tarea de ocuparse de sus hijos y del hogar, empezó a valorar la tranquilidad del mismo y el descanso que le daba el ya no estar todo el tiempo en la calle de casa en casa por la ciudad llevando lo que ella llama la palabra. Sin embargo en vez de organizarse tomando parte de su tiempo libre para ir a su iglesia como le sugirió la terapia, decide llevar la iglesia a la casa.
La terapia hizo la sugerencia como estrategia para que la madre, no solo rescate el sistema de interacción familiar apropiado, el acercamiento emocional con los hijos y desparentalización del hijo mayor, también como forma de mantener un equilibrio entre lo que son sus responsabilidades y lo que le gusta hacer fuera de casa con sus amigos, lo que al parecer llena sus vacíos emocionales. Ella hizo de la religión su refugio, conviertiendo esto en algo realmente importante cuando dice ''... me hace falta predicar, eso es mi vida"... Pero como se puede apreciar por las consecuencias que ha ocasionado en la vida de ella y de sus hijos, la religión no ha sido del todo buena en el grupo familiar.
En este caso la sensación de abandono experimentada por la madre, parece obnubilar su entendimiento y asumir una actitud de rigidez propio de los grupos religiosos, donde nada reviste más importancia que lo que manda la palabra, donde la persona como tal no es más que alguien al servicio de esa palabra relegando su voluntad a la sumisión, sin importar que se quiere o no, que le gusta o no, porque comienza por una deuda debe que saldar "... a mi no me gusta el silicio, es muy incómodo y uno amanece como si le hubieran dado palos, con dolor en el cuerpo, pero a mami no se le puede decir que no, pues dice que el señor Jesucristo sufrió más que eso por nuestra culpa".
Es una realidad que a la terapia se le dificulta intentar cambiar la cosmovisión religiosa de cualquier persona o grupo, y nunca ha de pretender hacerlo. El terapeuta solo puede cambiar el sistema de interacción entre el grupo familiar y el grupo religioso que domina sus creencias a fin de establecer un equilibrio entre las responsabilidades que adquiere la familia cuando pasa a formar parte de ellos y las de la familia misma para cumplir sus roles internos duales como el de padres, madre-hijos, padre-hijo-a, parejas de esposos, hermanos-hermanos, sin que la interferencia de uno sobre otro termine por anular alguno de ellos.
ENTREVISTA No. 7, LA MADRE
Como siempre la madre se presenta en la terapia puntual, y su apariencia no ha sufrido ningún cambio visible. Su cabello descuidado, sus ojos enojecidos y su actitud de pocos amigos con entrecejo fruncido. Desapareció la leve sonrisa mostrada en la sesión anterior.
- Hola doña Genara ¿cómo se siente?
- Doctora no me siento nada bien, los muchachos estuvieron aquí ayer, usted no sabe la vergüenza que me hicieron pasar, no tengo cara para ir a la iglesia.
- Ellos me contaron lo que sucedió, la quema de las muñecas es algo que impresionó y atemorizó a su hija, ella valora y quiere esos regalos de su padre, y usted podría ser comprensiva y reconocer que no es correcto lo que hizo el pastor, ella es una niña de apenas 12 años, la religión es algo que solo los mayores son capaces de entender.
- Doctora, mis hijos igual que yo hace mucho que son evangélicos, ellos conocen nuestra entrega al señor, nosotros estamos salvos y preparados para ser elevados en el fin que se acerca, yo me ocupé de eso y doy gracias a nuestro señor.
- ¿Quiere usted decir que esa situación se ha presentado antes?
- No, pero eso es cierto, esas muñecas son creación diabólica del mundo pecador, yo leí que las niñas ahora quieren ser como esa muñeca, no comen, y solo piensan en vestir bien, tener muchos zapatos y vanidades mundanas.
- Doña Genara, cualquier persona que vea humo saliendo de una casa, se asusta, su hija dice que el pastor la tocó violentamente y quemó sus muñecas, póngase en su lugar. Comprenda que sus hijos la quieren mucho a usted, es su madre, la única persona que los ama y defiende en este mundo como nadie lo haría. Las muñecas son solo eso, juguetes que las niñas disfrutan sanamente.
- Si, ellos llegaron ayer diciendo que me quieren mucho y me agradecen, pero mi hijo me volvió a pedir que me aleje de la iglesia y eso no puede ser, no podemos vivir sin Jesús en nuestras vidas, el es la salvación. Las profecías lo han dicho y se cumple, hijos contra padres, el fin está cerca...
- Lo que pasa es que su hijo está sintiendo que el grupo al que pertenece, lleva intranquilidad a su hogar, ya le dije la actitud del pastor no es correcta, mostró violencia contra la niña y nadie hizo nada contra eso, ni siquiera usted.
- Doctora el pastor es nuestro guia, el orienta sobre la palabra, enseñanza de la biblia eso no puede ser malo y mucho menos intranquilizar.
- La entiendo, recuerde que le recomendamos sacar parte de su tiempo libre para asistir a la iglesia porque a usted le gusta y la hace sentir bien, pero recuerde que lo que a usted le gusta y conforta a otros puede no gustarle, incluyendo sus hijos, marido y vecinos, por lo cual es recomendable que sea un poco más compresiva en ese sentido, sus hijos a medida que vayan creciendo y madurando también comprenderán mejor. Vuelva a su iglesia, no la lleve a la casa y continúe con la convivencia amorosa que sus hijos le ofrecen y que ellos disfrutan que igual sea usted con ellos. La iglesia es el lugar destinado a la oración, hágalo en ella y procure que su hogar sea un remanso de paz para usted y sus hijos.
- Mi casa no es un remanso de paz, porque mis vecinos no buscan de dios, son mundanos, impíos. A todo el que le moleste donde se habla y ama a Jesús dios tiene que ser satánico.Ya mi marido llamó viene pronto en este fin de mes, voy a mudarme.
- Ah! que bueno. Creo que será muy bueno que la familia se reuna de nuevo, me gustaría que venga a la terapia con usted y sus hijos.
- No creo que venga, el dice que esto de la terapia psicológica es de locos, que yo soy loca y que mis hijos también van por el mismo camino.
- El dice eso porque no conoce la terapia y lo bueno que puede lograrse a través de ella, estoy segura que usted lo convencerá, usted es buena para convencer, y es lo que hace con su trabajo en la iglesia, juntos podemos lograr esos cambios que usted y su familia necesitan, solo tiene que concentrar sus esfuerzos en esa dirección, no olvidar que su hogar es sagrado y su familia también, separe sus trabajos con la iglesia de la familia y encontrará la armonía que tanto necesita.
- Doctora, ese hombre es indolente, se cree que solo con dinero y regalos tenemos.
- Bueno, el dinero es importante, se necesita para alimentos, medicinas, escuela de los hijos, pero tiene usted razón también necesitan atención y amor. Así que si él no quiere venir a la terapia, ella irá a su encuentro si usted me invita a su casa.
- !De verdad! doctora ¿usted visitaría mi casa?
- Por supuesto siempre que me inviten, si todos están de acuerdo en ello.
Sonríe y su rostro cambia. Esta señora siente y muestra mucha necesidad de apoyo, amistad, eso explica su ingreso al grupo religioso, necesita que la tomen en cuenta y el grupo la importantiza, tanto que acude a su casa. Este tipo de terapia no es frecuente por el peligro de la transferencia, pero ser un poco más humano en nuestro trabajo hace que no importe romper reglas, con tal de conseguir la efectividad de nuestro trabajo, así que correremos el riesgo.
- Pues desde ahora prepárese, que la espero en casa!
- Si, pero recuerde consultar con sus hijos y su marido acerca de esta visita, pues será cuando él haya llegado. Recuerde que será una visita profesional para ayudar a la familia. Que le parece si desde ahora se pone bonita usted y sus hijos también para dar una buena impresión a papá, ver sus cambios, hará que él también cambie. Procure que también su hijastra participe con su familia.
- Desde hoy voy a orar, para que todos estén ahí.
Despedimos la terapia y ella va muy animada, y yo acabo de aplicar una estrategia poco frecuente en esta cultura, integrar al terapeuta al grupo familiar, con el fin observar de cerca la danza familiar, como interactúan en su propio medio (estrategia de Salvador Minuchin). Este grupo tiene una generación que surge en medio de una grave crisis de ansiedad, dos jóvenes en riesgo de desarrollar problemas en su personalidad bajo la presión del grupo, en una familia con una madre periférica con probable trastorno de personalidad, un hijo parentalizado y separación del padre por la emigración. La opinión del padre y de la hijastra en la terapia es muy importante, pues es necesario profundizar más en la historia familiar. Apenas se iniciará trabajo individual con la madre, cuando la presión a los hijos desparezca, saliendo del problema que los llevó a ser pacientes identificados cuando solo la madre es quien muestra el problema, mientras ellos somatizan el mismo.
La investigación de la ansiedad en familias de progenitores emigrantes, muestra como la ansiedad sube al momento del regreso del emigrante, y se mantiene alta con su presencia en el hogar al que solo viene de vacaciones, cambiando el sistema de interacción, por el hecho de que ya están acostumbrados a funcionar sin el padre ausente.
En cuanto el grupo familiar sea estudiado, se determinará una terapia en conjunto con la medicina, pues la madre presenta síntomas ambivalentes, crisis temporales y dificultad para dormir por exceso de actividad provocadora de ansiedad. La presencia del marido, ayudará a tomar decisiones que en las condiciones actuales no son posibles por causa de que no hay adultos responsables para administrar tratamientos médicos, que luego de una evaluación psiquiátrica es probable que le sean recomendados conjuntamente con la terapia psicológica a la madre.
ENTREVISTA No. 8, LOS HIJOS
Los hermanos se presentan en la terapia, su apariencia es más tranquila. La joven me muestra sus manos sin que yo lo solicite y el hermano también, luego de reforzarlos por sus avances, es el joven quien inicia dando respuesta a mi pregunta.
- ¿Cómo estuvo todo en casa?
- Pues no como Dios manda, pero mejor porque los evangélicos amigos de mami no volvieron, pero ella no para de orar en voz alta toda la noche y los vecinos se quejan. Yo no puedo hacer nada.
- ¿Cómo los trata su madre a ustedes? ¿todavía muestra disgusto?
- Yo no se bien, ella a veces está alegre y hasta conversamos y hacemos planes, pero otras... cualquiera sale huyendo de la casa, pelea con los vecinos, pelea sola, cambia los muebles, ahora mi hermana y yo dormimos en la sala, cuando le dije que no quiero dormir en la sala que eso se ve de la calle, dice que ahora la sala es mi cuarto y lo que era una ventana ahora es una puerta y el ventanal de la sala muestra todo el camarote a la calle. Lo que me da cuerda (incomoda, lenguaje juvenil) es que a ella no le se puede contradecir.
- ¿Cómo pudo hacer esos cambios? ¿el dueño de la casa no se opone?
- No, es nuestra casa, papi manda dinero, la estamos construyendo poco a poco.
- Pero ella dijo que se mudaría, cuando tu padre regrese ahora en navidad.
- Si, dice que la venderá, que no quiere vivir ahí, ha cambiado los planos como 30 veces!
- ¿Y ustedes quieren eso?
- La verdad si, ya la gente del barrio se burla de mi madre, creo que tengo vergüenza.
- No te sientas así, la gente es injusta, tu madre es víctima de una situación que no ha sabido manejar porque no tuvo ayuda en su momento, a veces la gente no es todo lo fuerte que suponemos para soportar problemas, y más cuando estos son tan complejos como los que han atormentado a tu madre.
- Doctora yo lo se, pero yo he tenido que ser fuerte para aguantar y no irme de mi casa.
- Escucha, haces bien en no desesperarte, ahora que venga tu padre, él como responsable de tu madre tomará las decisiones necesarias para ayudarla en lo que necesite, para mejorar su salud.
- Doctora, dígame la verdad... mi madre no está bien de la cabeza.
La pregunta sale como un ruego, pide una confirmación que yo no puedo darle aunque así sea, mis sospechas de que su madre tiene cierto grado de bipolaridad, no es a él a quien se le debe informar por el momento, es un menor de edad, está suceptible y sufre tanto como su hermana y su madre. Tienen una hermana mayor, pero ya se independizó de la familia y su relación con la madrastra no la conocemos aun, por lo que hay que esperar al padre antes de tomar medidas que pueden ser drásticas en caso de que él no se presente.
- Tu madre está muy angustiada desde hace tiempo, y no recibió ayuda, pero no podemos decir que está mal de la cabeza. Voy a explicarles nueva vez, cuando alguien tiene un dolor y no le dan medicinas para curarle ese dolor, grita, pide ayuda, y si no tiene esa ayuda, sigue gritando hasta que alguien le escuche y le ayude ¿acaso alguien tiene derecho a juzgarle por eso diciendo que está mal de la cabeza? eso es lo que pasa con su madre, nadie la ha ayudado como debe ser, y eso es lo que estamos tratando de hacer.
- Ya lo entiendo, la gente está siendo injusta con mi madre cuando le dice loca.
- Por supuesto, como ustedes son menores de edad, no puede asumir el tratamiento que ella necesita para sentirse bien, por eso cuando venga tu padre ella iniciará un tratamiento médico que la ayudará a mejorar.
- Pero si por él es que ella se puso así, y cada vez que viene se pone peor.
Interviene la joven
- Ay no! mi papi nos quiere mucho y se fue para hacernos nuestra casa, el me lo dijo.
- Así es, los padres viajan a trabajar para ayudar a sus familias.
- Doctora ¿tanto tiempo?
- Si, talvés conozcas amigos tuyos cuyos padres también están en el extranjero trabajando.
- Si, un montón (muchos).
- Yo también tengo amiguitas que hasta su mamá se fue con su papá.
- Si, eso está pasando en nuestro país a muchas familias, ustedes tienen la suerte de que reciben ayuda como muchos otros también. Bueno, en la sesión con su madre, le dije que se ponga bonita y a ustedes también, para recibir a su padre ¿pueden ayudarla para que lograr eso?
- Si yo lo haré, y también yo me pondré linda, no pintaré mis uñas porque mami dijo que eso es mundano, pero las limpiaré y cuidaré. Papi siempre trae muchos vestidos bonitos para mi y para mi mami.
Esta niña infantilizada está llena de ilusiones con la llegada de su padre, pero el joven no parece entusiasmado y muestra expresion de desagrado con las expresiones de su hermana. Esa reacción es natural en los jovencitos, cuando las jóvenes hablan de vestidos y muñecas.
- Bueno vamos a terminar la terapia por hoy, espero que no falte su presencia en la casa el día de mi visita.
Los hermanos se retiran, y la joven parece ir haciendo planes para la navidad, mientras el hermano la conduce con cierto paternalismo con el brazo rodeando sus hombros.
ENTREVISTA No. 9, EN FAMILIA. VISITA TERAPÉUTICA.
Llega el día de la visita, ya el padre tiene una semana de haber regresado. En la llegada al barrio situado en la ladera de una montaña, nos fue difícil encontrar la dirección pero como dice el refrán preguntando se llega a Roma. Todo el sector y más allá conocían a Genara la evangélica, finalmente alguien nos indica con claridad y mientras extiende su brazo señala la casa mientras dice:
- ¿Busca a Genara la evangélica? vive ahí, se ha pasado toda esta semana diciendo que a ella la visitan gente importante.
Trato de ignorar el tono de burla que me pareció externar el señor cuando me indicaba la dirección agradeciendo la atención y ayuda. Ahora entiendo al joven hijo de Genara, ha de sentirse mal ante las burlas de los vecinos.
A nuestra llegada, nos recibe sonriente la joven, mientras su hermano también saluda y nos ofrece asiento, al tiempo que silva llamando silencio en la casa, entra en la sala muy sonriente Genara, aunque se ve sudorosa y agitada, pide permiso para regresar luego y va en busca del esposo. Se escucha un fuerte murmullo hacia el interior de la casa, en lo que parece ser el patio trasero. Entonces quien regresa a la sala es el padre. Es un señor de baja estatura y aparenta más edad de la que dice tener. Trae en la mano un vaso con cerveza y al tiempo que me saluda me ofrece uno y con mucha gentileza le digo que no tomo alcohol que prefiero agua y el hijo ofrece un refresco y aceptamos gustosa. Mientras él se ocupa aprovecho para iniciar conversación con el padre.
- Muchas gracias ¿usted sabía que estamos aquí en visita terapéutica para la familia?
- Si lo se, la niña me contó, lo bien que le ha hecho la terapia, yo estaba muy preocupado, pero ya estoy más tranquilo.
- Seguro que también sabe que estoy aquí, porque usted se niega a ir a la terapia.
- Si doctora, pero mire usted, yo ya no ando en la calle, no salgo a parte y aprovecho cuando vengo para estar con mi familia y mis amigos el poco tiempo que me dan de vacaciones.
Dice esto mientras me muestra su pie derecho del cual tiene amputado el dedo grande.
- ¿Puedo saber que le pasó?
- Soy diabético y perdí ese dedo.
- Pero su condición no le permite tomar alcohol ¿no lo sabe?
- Si lo se, solo lo hago aquí en vacaciones, con los amigos para botar el golpe, imagine a veces hay navidades en que no puedo viajar y tenemos ganas de compartir (votar el golpe, expresión que refiere descansar de privaciones).
- Dice que aprovecha para pasarla en familia, sin embargo su esposa y su hijo mayor se quejan de lo contrario ¿a qué llama su familia?
- Claro que mis hijos y también mi mujer. Pero eso no es verdad, usted me encontró aquí ahora, mi hermano es quien me visita hoy y ahorita vienen mi hija y mi nietecito.
- Ellos dicen que no pasa suficiente tiempo con ellos en las vacaciones.
- Mire eso es mentira, usted los oye quejarse pero no me quieren, cuando estoy aquí solo es pelea, mi hijo ese que usted ve ahí tan tranquilo, no quiere saber de mi, es un malo agradecido, es un campeón porque yo lo entrené, yo no los descuido a ninguno, aquí la única que me quiere es mi hija pequeña, porque la grande, ni siquiera espero que yo le prepare una residencia y se metió con un tiguerito (muchacho muy joven) y ahora hay que mantener dos más, ella también vive quejandose de mi, y mi esposa, que le digo, no es todo el mundo que la aguanta, usted escucha ese pleito ahí atrás, hoy cogió un machete para el vecino, dizque para matarlo porque es satanás, todo porque él me dio la queja de que ella no lo deja dormir con sus gritos de noche...
Igual que a todos en esta familia, es necesario detenerlo cuando habla sin parar, o este señor tiene mucha necesidad de tener quien le escuche o todos parecen tener el mismo problema, se ahogan en sus ansiedades y las canalizan frente a cualquiera que esté dispuesto sostener parte su carga escuchándolos.
- Lo entiendo, pero recuerde que usted tiene muchos años que emigró con la promesa de llevar con usted a la familia, el tiempo pasó, sus hijos crecieron y pasaron etapas donde lo necesitaban y usted estuvo ausente y su esposa ha tenido que hacer de padre y madre en su ausencia, eso es una tarea muy dura para una mujer además de la falta de su pareja.
- Si eso es verdad, pero las cosas no son como uno se las imagina, la vida en el extranjero no es fácil, mi mujer cree que los cuartos se cogen de los árboles, esos dólares ganados, son trabajados muy duro a pesar de ser un enfermo diabético y a ellos no les hace falta nada.
- ¿Realmente cree que no les hace falta nada más que dinero?
- Yo se a que usted se refiere, yo ahora gestiono mi pensión para venir de retiro, estoy haciendo esta casa y el ingeniero me dice que no va a trabajar mas en ella, porque mi esposa es loca, que el hace una cosa y ella lo rompe y hace otra, usted porque no sabe lo difícil que es tratar con esa mujer.
- ¿A usted no se le ha ocurrido pensar que los problemas de salud mental que hoy sufre su familia son consecuencia de esa separación de tanto tiempo, donde ellos se sienten abandonados por usted?
- Pero si yo no los he abandonado, hablo con ellos siempre por teléfono, le mando todo lo que necesitan siempre.
- La gente también necesita compartir físicamente, personalmente hablar, abrazar, dormir juntos, desayunar almorzar en familia, la familia completa.
- Ay! de por dios! ¿con esa mujer? aquí entre nos... me fui huyendo!
Se acerca y me habla casi susurrando para solo yo escuche.
- Pero ella necesita su presencia para someterla a tratamiento sicológico, usted debe autorizar y manejar las medicinas, que sus hijos por ser menores no pueden, necesitan un adulto que se responsabilice.
- Mire doctora, ella siempre ha estado en manos de psicólogos, me casé con ella en esas condiciones y nunca mejoró. Me cansé y me desgarité, mire ahora! se le metió en la cabeza que se quiere mudar de aquí, su propia casa! donde yo invertí mis ahorros de tanto trabajo.
- ¿Sabe usted las razones por las que ha sido tratada por psicólogos anteriormente?
- Si, es una historia triste, ella fue violada siendo aún muy jovencita. Yo me enamoré sabiendo eso y puedo asegurarle que la quiero mucho es la madre de mis hijos, pero los psicólogos no pudieron con eso, ella me da mucha pena, y yo renuncié a vivir en este infierno.
El caso toma un nuevo giro, mis pacientes eran los hijos, y sospechaba que la madre era quien tenía problemas no resueltos a nivel de pareja por la condición del marido emigrante, lo cual según las investigaciones genera alto grado de ansiedad en el cónyuge que se queda a cargo de la familia. Sin embargo, esta pareja empieza su relación cuando uno de ellos en este caso la mujer trae un trauma de impacto emocional difícil y conflictivo.
- Entendemos su situación, pero haber huido del problema no lo resolvió, y ahora es probable que ella esté peor, el hecho de sentirse abandonada por usted hizo que se refugiara en el grupo religioso y eso lejos de ayudarla, le ha complicado más la vida con las obligaciones que la religión le exige como miembro. Ella solo necesita que la escuchen, amor y comprensión, y usted fue quien debió dárselo, es su única familia confiable. Yo lo felicito, el solo hecho de conocer su triste historia y ofrecerle su amor y matrimonio para crear un mundo nuevo para ella, una familia y apoyo emocional es loable. Ahora se hace necesario que asuma su responsabilidad de esposo, para retomar la ayuda que su esposa necesita, pues si las cosas siguen como van, puede hacerse tarde.
- Mire doctora, yo siempre hice eso, ella no respondió y empeoró después que el padre murió, yo siempre le decía que fuera a verlo que lo perdonara, pero nunca quiso.
- ¿Ella estaba separada del padre por alguna razón?
- Pero claro!fue él quien la atacó y violó.
- Bueno, creame que nuestra conversación será de mucho provecho en el tratamiento de la terapia familiar a su familia. Me gustaría saber el tiempo que estará aquí para poner en práctica, el tratamiento a su esposa con ayuda psiquiátrica, hay que referirla para medicarla y seguir con la terapia psicológica.
- Bueno, creo que antes de volver voy a pasar buen tiempo aquí, estoy de licencia médica, mi diabetes se agravó y fíjese que hasta perdí un dedo.
- Muy bien eso facilita las cosas. Ahora quiero que me permita conversar con su hija mayor. Usted no se conforma con que ella tomara la decisión de haberse casado sin su permiso, sería muy bueno que la escuche y la comprenda igual que le gustaría que todos hagan con usted.
La entrevista con el padre de los jóvenes, ha sido de mucho provecho, entramos en la historia de esta familia que parece afectada por el trauma de la madre desde el principio de su formación. entra la hija mayor y el le quita de los brazos al nieto mientras le hace cariños al nene.
- Hola, me dijeron que debía estar aquí hoy, que era muy importante para la familia esta reunión con usted.
- Hola, si es importante que la familia se reuna de vez en cuando, y ahora lo es más aun, porque tratamos de ayudar a tus hermanos y a tu madrastra y todo será más fácil y mejor si todos participan de la terapia ¿que te gustaría a ti tratar sobre la familia?
- Doctora yo no tengo vela en este entierro, ellos son mis hermanos pero su madre es que manda sobre ellos, yo la quiero mucho porque me ayudó desde pequeña, pero no tengo autoridad, si la tuviera no permitiría que fueran a esa iglesia, que acabó por ponerla más loca de lo que es.
- ¿Dices que tu madrastra es loca?
- Si no lo es, entonces ¿qué es?
- Es una falta de respeto que la llames loca, ella es una persona cuyos problemas le han afectado la salud mental, pero no es insana.
- Pero ella va volver locos a los hijos también, yo dejé de venir aquí por eso.
- ¿Qué pasó?
- Me cae encima si la aconsejo, si quiero ayudarla. Dice que me dejé llevar de satanás porque me casé sin permiso de papá.
- Tu padre no dice eso pero tampoco estuvo de acuerdo.
- Usted no sabe del credo ni la mitad, aquí no hay quien aguante, mire esa niña se estaba comiendo los dedos y mi hermano yo no se como no explota con una madre así.
Dice esto señalando a sus hermanos, que no dicen nada. Mientras todavía se escucha en el fondo de la casa la discusión que parece tener Genara con un vecino.
- ¿Te casaste para escapar de la casa?
- Casi puedo decir eso, papá quería que esperara, la residencia para llevarnos a todos, pero 11 años son mucho yo creo que también me estuviera comiendo las manos. El se disgustó porque deje de estudiar pero yo volví a estudiar ya termino para ser bachiller ahora junto con mi marido, mi suegra nos ayuda y cuida a nuestro hijo. Se que no era lo correcto porque era muy joven, pero siento que fue lo mejor.
Esa Joven luce muy madura, y su discurso es claro y convincente. Entra en escena Genara, trae una bandeja con dulces caseros, dice que ella los hace, aprendió con el curso de repostería que hizo hace poco.
- ¿Cómo le ha ido con mi gente doctora? ellos todos me quitan la razón en todo lo que digo o hago, pero con dios delante y las oraciones que los juntaron hoy aquí yo se que me van a respetar.
- Genara yo te respeto mucho, tu eres como la madre que no tuve. Dice la hija mayor.
- Yo lo se, y ese es mi nieto!. Se acerca al marido y le arrebata al niño mientras lo besa con gran amor.
- Tiene razón doña Genara son los mejores que probado.
- Favor que me hace doctora.
Todos ríen, y yo aprovecho para despedirme.
- Familia estoy muy agradecida por la invitación, he pasado un momento muy agradable y los espero a todos en la terapia para seguir conversando. Esperamos que papá complazca a todos y permanezca más tiempo con ustedes que con los amigos, porque ya le están cobrando todo ese tiempo que les debe por estar fuera del país. Genara comenzará a tratarse, con su esposo aquí ayudando le irá mejor porque descansará más e igual que él, ahora dejará un poco la iglesia para ocuparse de ella misma y ustedes los jóvenes continuarán estudiando y siendo cada día mejores para orgullo de sus padres y su hermana mayor. Espero que cada uno se ocupe de las tareas que acabo de dejarles. Así que sean buenos estudiantes mis pacientes y tendremos el éxito asegurado.
- La próxima visita será en la nueva casa, ya alquilé una lejos de este barrio de impíos.
Todos se miran frente a la noticia de la madre pero yo sonrío, y les deseo buena suerte en la nueva empresa, y me despido reforzando a Genara por la tranquilidad que muestra con la presencia de su marido en casa. Esto se hace para que ella no pierda de vista que sus deseos se cumplen, borrando la inconformidad de su ausencia.
OBSERVACIONES.
Este es un caso muy particular. Las familias generalmente son educadas para pertenecer a un grupo religioso y esta no es la excepción, solo que en el camino es la madre quien en ausencia del padre asume de forma rígida un cambio religioso que sus hijos se ven en obligación de seguir. La paciente identificada está muy lejos de ser la responsable del problema que se apodera del grupo, ella solo se convierte en el grito de ayuda somatizando algo que no está en sus manos solucionar... "es que mami pelea mucho me asusta y me escondo..." El hermano mayor con una grave parentalización, muestra una personalidad fuerte frente al problema que tampoco puede resolver, aun es menor de edad y debe obedecer a una madre dominada por sus propios problemas no resueltos y agravados por la carga que le suma la ausencia del padre emigrante..."mi día es más largo que el de cualquiera, me levanto a las 5 de la mañana, me preparo para ir al politécnico, hago el desayuno, levanto a mi hermanita, la llevo a la escuela... a mami la dejo dormir, ella amanece orando... a mami no se le puede decir que no..." la madre, la paciente real, es un caso grave de ansiedad, combinada con frustración y con síntomas muy direccionados hacia episodios mixtos, con indicios de posible bipolaridad... "ella a veces está bien y hasta hacemos planes, pero otras veces está insoportable... ha cambiado los planos de la casa como 30 veces...". Esta señora en medio sus angustias encuentra un medio para canalizarlas, una nueva religión y se une a un grupo que lejos de ayudarla le agrava el problema, sometiendose a una rigidez de trabajo que entorpece todo lo que es su vida ya complicada desde hace tiempo, por las experiencias de impacto emocional desde muy joven... "ella fue atacada y violada por su propio padre... no pudo perdonarle antes de que él muriera..." generalmente los conflictos no resueltos generan disfunción no solo en el sujeto, sino también en el grupo del cual forma parte. Esta familia debió ser tratada con terapia familiar y de forma individual a cada miembro, pues todos fueron afectados por los problemas previos y posterior a la emigración del padre.
Las religiones no son del todo malas, pero no son del todo buenas en situaciones particulares o de grupo que ya experimentan disfunciones.
Caso clínico de la consulta de la Licda. FLAVIA PEGUERO.
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(autoría Flavia Peguero. Amparada por ley del derecho de autor 65-00 de la República Dominicana, avalada por acuerdos internacionales).